Juan del Val alucina con lo que le han dado en una firma de libros: "Estás en la edad de que te haga falta"

La primera parte de la tertulia de actualidad de El hormiguero este jueves, 23 de noviembre, estuvo marcada por las buenas nuevas de sus protagonistas. Pablo Motos arrancó la charla felicitando tanto a Cristina Pardo por su Antena de Oro como a Tamara Falcó por su recién estrenada nueva casa, así como a Juan del Val por el lanzamiento de la tercera edición de su última novela, Bocabesada.

Aunque las dos colaboradoras se explayaron un poco sobre el buen momento que atraviesan, quien más profundizó en ello fue el polemista, agradeciendo al propio programa de Antena 3 por haberle cambiado la vida radicalmente. Como él mismo recordó, fue a raíz de la pandemia cuando dio el salto de la sala de guionistas a la mesa del plató, lo que sin duda le ha abierto muchas puertas desde entonces.

En lo que a su éxito literario se refiere, Del Val se mostró muy satisfecho por todo lo conseguido con su reciente libro: "Estoy muy contento. Lo sacas y no sabes lo que va a pasar, pero la verdad es que la acogida está siendo espectacular", arrancó comentando, orgulloso, consciente de que el interés por su trabajo va en aumento.

"Aparte de la acogida, es verdad que las firmas están siendo alucinantes. Y bueno, el dinero, que no va la cosa mal, pero es algo más por la satisfacción íntima que te produce", añadió acto seguido, instante en que Motos le interrumpía para preguntarle específicamente por las firmas de la novela, ya que se encuentra llenando por completo los aforos de los lugares a los que se desplaza por la geografía española.

Como anteriormente ya había hablado sobre ello, comentando que son mayoritariamente mujeres las que hacen cola para verle, también porque son ellas las que más consumen literatura en nuestro país, en esta ocasión optó por compartir algunas llamativas anécdotas: "Es verdad que las firmas son maravillosas porque la gente se acerca con muchísimo cariño, pero hay veces que los regalos son incómodos. Por ejemplo, cuando te regalan un queso en aceite. Yo al día siguiente me tengo que ir en el avión y no lo puedo llevar. También muchas estampitas y demás".

"Es verdad que también te pasan muchas cosas curiosas, sobre todo con la gente que es amable en exceso. El otro día en Bilbao le firmo la novela a una señora que, al acabar, me da una tarjeta y me dice 'es de un urólogo, que es donde yo trabajo y es buenísimo. ¡Tú ya estás en edad de que te haga falta!", desveló entre risas, sorprendiendo a todos sus compañeros con tal llamativa salida por parte de la lectora.