Susana Díaz pone en su sitio a Sardá y clama ante Ana Rosa por consentir sus numeritos: "¡Es un malcriado!"

Xavier Sardá ha vuelto a dar la nota en la mesa VIP de TardeAR. Si durante las últimas semanas provocaba cierta fricción con El Cordobés, que no dudaba en lanzarle duros reproches por sus palabras en directo, en esta ocasión ha amenazado nuevamente con dejar su puesto como colaborador en el programa de Ana Rosa Quintana. Eso sí, en esta ocasión sus compañeras no dudaban en afearle el numerito, llevándose incluso varios cortes importantes: "Con tus traumas, a terapia, por favor".

Todo sucedía en el tramo final del programa, cuando los colaboradores de la primera mesa regresan para hablar de temas más frívolos, con el sexo como uno de los asuntos más recurrentes. El colaborador se mostraba apático, con Ana Brito invitándole a compartir con el público el motivo de su cabreo. Así lo hacía él, a regañadientes: "Llevamos dos horas esperando en una sala en la que ya se han acabado los bocadillos. Ahora, además de mis compañeras, tengo también a la psicóloga para hablar de sexo...".

Xavier no llegaba a concluir, ya que la experta en plató le interrumpía para darle un sonoro zasca: "Sardá, con tus traumas, a terapia, por favor. Es que de verdad...". "Voy a descansar un rato de todas", se limitaba a responderle, levantándose de su asiento para abandonar el plató.

No llegaba a hacerlo, ya que Susana Díaz le ponía en su sitio: "Esto está muy feo, Ana. Está muy feo todo esto. Él será un crack del periodismo, de la televisión, el que más sabe, pero en esta mesa eres uno más igual que nosotras".

Sardá se paraba a escuchar el rapapolvo, pero en esta ocasión lo hacía sentado en la grada de público. La socialista proseguía tirándole de las orejas: "Le aguantamos los chistes malos en la sala, en maquillaje también, y ahora se queja porque viene esta señora a hablar de sexo... Oye, que a mí tampoco me gusta hablar de sexo, pero aquí eres uno más igual que todas nosotras. ¡Es que esto no puede ser!", sostenía indignada, ya que no es la primera vez que su compañero monta una escena por los horarios de los debates en los que interviene o por los temas a abordar.

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Ana Rosa le pedía entonces en un par de ocasiones que regresase a su puesto en la mesa, tratando de restar hierro a una rebelión que en esta ocasión parecía ir algo más en serio que sus teatrillos televisivos habituales: "Lo que pasa es que a Sardá de vez en cuando hay que mimarlo, hay que darle cariño". "¡Es que es el malcriado de la mesa!", comentaba Susana, todavía molesta con la actitud de su compañero.

Más lo parecía la psicóloga, colaboradora habitual del programa para hablar de sexo y relaciones sentimentales: "¡Que no te quejes, que dejes de llamar la atención!", le espetaba, solicitando poder proseguir con normalidad con su sección. Lejos de quedarse callado, Xavier volvía a poner sobre la mesa su incomodad con los temas a abordar: "Hablamos de Eurovisión, de una comunidad de vecinos, hacemos conexiones... No me quejo de los temas, ¡lo que digo es que no sé qué puñetas hago yo aquí!", concluía con sorna.