Una soltera, perpleja, tiene que pararle los pies a su cita por una insólita proposición en 'First Dates'

José es un soldador jubilado de Barcelona que quiere disfrutar del amor. A sus 85 años, el catalán se ha casado una vez y ha tenido diferentes parejas, pero ahora busca a una señora con la que pasar el resto de su vida. "Tengo un almacén de amor en el cuerpo. A la mujer que encuentre le voy a dar todo lo que tengo", afirmó el pensionista al llegar al restaurante de First Dates. Ante esto, el dating show de Mediaset le concertó a José una cita con Encarna, una empresaria que consigue que los hombres se giren para mirarla.

Parece que el programa de Cuatro no falló al juntar a estos dos solteros. Y es que, cuando José vio a Encarna, se quedó durante un largo periodo de tiempo sin palabras. "Me he quedado en el aire. Ha sido un flechazo", reconoció el jubilado al equipo del espacio. A la empresaria también le gustó su cita y, tras una breve presentación, ambos pasaron a una mesa para conocerse mejor.

Durante la cena, José fue muy claro con sus intenciones. El soltero confesó que estaba buscando a una mujer con la que entablar una relación seria. Algo en lo que coincidió con Encarna, y es que la empresaria destacó que tenía ganas de volver a casarse: "La primera vez que me casé fue un desastre total", reveló la soltera, que señaló que nunca le han faltado pretendientes.

José se quedó obnubilado con Encarna. Es por ello que el soltero hizo todo lo posible por conquistar a su cita: "Me dedicaría a ti, te querría con locura. Yo tengo mucho cariño dentro", le dijo el jubilado a la empresaria. Además, Encarna consideró que José podría encajar en lo que ella estaba buscando: "He visto que es un hombre que puede dar mucho cariño y colmarme de lo que yo necesito", confesó la soltera, ante las cámaras del programa de Cuatro.

Ante esto, José fue a por todas y le dijo a Encarna que "lo normal era empezar una relación". La empresaria se quedó atónita con la preposición de su cita y le paró los pies: "Eso hay que pensarlo tranquilamente", le comunicó la soltera al jubilado. Aun así, el comensal siguió pensando a largo plazo y, aunque destacó que tenían que conocerse, también afirmó que quería vivir con Encarna.

Cuando llegó el momento de la decisión final, José respondió que tendría una segunda cita con la empresaria. Ante esto, Encarna contestó que también tendría un próximo encuentro con el jubilado, aunque ella fue un poco más cauta: "Tendría una segunda cita, pero con tranquilidad". José aceptó la condición de Encarna y, cogidos de la mano, ambos se marcharon del restaurante.