Una soltera rechaza sin piedad a su cita de 'First Dates' por ser "calvo y gordo": "Busco a un empotrador"

Manuela es una óptica de Madrid que se viste resaltando su "pechonalidad": "Hay que potenciar lo bueno que tengo", afirmó la soltera al llegar al restaurante de First Dates. La madrileña reconoció que no ha tenido mucha suerte en el amor, por lo que acudió al dating show de Mediaset para acabar con esta mala racha. Además, Manuela le dijo a Carlos Sobera que es "bastante sexual": "Soy multiorgásmica porque disfruto mucho el sexo y, en una misma relación, puedo tener tres o cuatro orgasmos seguidos", explicó la comensal.

A Manuela le hubiese gustado tener una cita con un hombre más joven que ella, porque "sexualmente son más potentes". Sin embargo, el programa de Cuatro le concertó una cita con Clemente, un vigilante de Móstoles (Madrid) que no le gustó nada a la óptica: "Cuando lo he visto, he pensado 'Adiós muy buenas'. Calvo, gordo, con gafas y más viejo que yo", afirmó Manuela sobre el soltero al equipo de First Dates.

A la óptica tampoco le gustó nada que su cita fuese mayor que ella: "Es una persona que tiene 66 años, pero para mí está anclado en el pasado. Parece que tiene más de 66 años. Yo tengo 63 años y tengo otra vitalidad", declaró Manuela sobre Clemente, ante las cámaras de Mediaset. Aun así, los solteros trataron de conocerse, pero el resultado no fue muy positivo.

Durante la cena, el programa les prepuso responder a diferentes preguntas sobre sexo. Clemente reconoció que en una noche puede mantener relaciones sexuales una sola vez: "Si se hace bien, con una ya está bien", destacó el vigilante de seguridad. Sin embargo, esta falta de apetito sexual no le gustó nada a Manuela: "Yo busco un hombre empotrador, malote y activo", afirmó la soltera.

Tras esto, Clemente reveló que le gustan las posturas sexuales cómodas y que, a veces, mantiene sexo con un vals de fondo. "Lo que me faltaba, que me ponga un vals", señaló con hartazgo Manuela. Para colmo, el equipo del programa acompaño a los solteros a un reservado para que pudiesen tomarse el postre con intimidad. Fue aquí cuando el formato de Cuatro le propuso al vigilante de seguridad que le diese un beso a Manuela, pero Clemente se negó: "Para dar un beso tiene que haber una quinta cita".

Cuando llegó el momento de la decisión final, Clemente respondió que no tendría una segunda cita con la óptica, ya que le había faltado "algo más". Ante este rechazo, Manuela aprovechó para decirle al soltero todo lo que no le había gustado de él: "A mí tampoco me gustaría tener una segunda cita. Me esperaba a una persona más alta, más musculosa y con pelo". Además, la soltera reconoció que es "muy activa sexualmente", por lo que una sola relación sexual le es insuficiente: "Me quedas un poco pequeño", sentenció la óptica.