Broncón épico en 'MasterChef 12' por la prueba más "desastrosa" en la historia del programa

Todos los aspirantes de MasterChef 12 han vuelto de la prueba de exteriores vestidos con delantal negro. Los jueces han asestado el mayor rapapolvo que se recuerda en la historia del programa, a la altura del "bochornoso" trabajo de todos los concursantes ante los mejores chefs.

Los protagonistas de esta edición han viajado hasta Cartagena (Murcia), ciudad que ha acogido la gran fiesta de la gastronomía, con la entrega de los codiciados Soles Repsol. Allí, los equipos han tenido que cocinar para los paladares más cultivados, cocineros galardonados, como Martín Berasategui, Toño Pérez, Nandu Jubany, Diego Guerrero y Begoña Rodrigo, entre otros, hasta 60 en total.

"¡Se me cae la cara de vergüenza! Ha sido de bochorno"

Sin embargo, y a juzgar por lo vivido durante el tiempo de cocinado, todo ha salido mal. "Ha sido una de las pruebas por equipo en la que más vergüenza he pasado en 12 años de MasterChef. ¿Me habéis oído? ¡Estoy muy decepcionada!", arrancó expresando indignada Samantha Vallejo Nágera, la cara visible ante los prestigiosos invitados de esta semana en el reto de exteriores.

Jordi Cruz, por su parte, también trasladó a todos los participantes su total indignación y decepción por lo que acababan de hacer en el programa: "Frustración, cabreo, enfado, mosqueo... Qué manera de hacer el tonto. ¡Se me cae la cara de vergüenza! Ha sido de bochorno". "Ha sido un despropósito, un desastre monumental", insistía el cocinero, después de repasar la retahíla de errores que han cometido, pese a sus advertencias.

Las propias capitanas del equipo azul y rojo, Pilar y María, han admitido que ha sido "el peor cocinado de la historia", mientras aguantaban el chaparrón épico por parte de sus mandamases. Tampoco Pepe Rodríguez tuvo buenas impresiones de sus trabajos fuera de cocinas: "Hacía mucho tiempo que no veía en una cocina tanto desastre como el que hemos vivido hoy".

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Acto seguido, los tres jueces han atizado a todos los aspirantes con el peor de los castigos: delantales negros. Absolutamente todos, incluida María, que lucía el delantal dorado que la llevaba directamente a la siguiente semana sin pasar por el foso, han tenido que cocinar en la temida prueba de eliminación.