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Pablo Motos le para los pies a Leticia Sabater al ver que 'El hormiguero' se le iba de las manos
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DESCONTROL MEDIDO

Pablo Motos le para los pies a Leticia Sabater al ver que 'El hormiguero' se le iba de las manos

El presentador se quedó descolocado con muchas de las respuestas de su invitada, aunque no se le vio para nada incómodo: "¿Eres consciente de que esto se emite, no?"

Foto: Leticia Sabater, invitada de Pablo Motos. (7yAcción)
Leticia Sabater, invitada de Pablo Motos. (7yAcción)

El hormiguero abrió este lunes sus puertas a Leticia Sabater, una invitada que logró poner patas arriba el programa y que obligó a su presentador a tener que frenar algunas de las intervenciones de la artista. La catalana, que acudió por primera vez al programa, habló de su nueva gira y repasó también aspectos de su trayectoria tanto personal como profesional.

"Estoy muy contenta y todo gracias al público que hay aquí porque siempre les ha costado más a las cadenas de televisión confiar en mí que al público, que han estado en las buenas a las malas, y lleva 40 años detrás de mí". Esas fueron las primeras palabras de Leticia Sabater nada más sentarse a la mesa; todo un zasca para esas personas que siempre la han mirado por encima del hombro y que han menospreciado constantemente su trabajo como artista.

Leticia Sabater fue todo un icono para varias generaciones en la década de los 90: presentó multitud de programas infantiles y luego juveniles, pero antes también llegó a ser 'chica Hermida' (1989) en TVE. Fue en 2002 cuando Sabater empezó a dirigirse ya a un público más adulto. "Vi que la moda de los programas infantiles se estaba acabando y me di cuenta de que tenía que jugarme el dinero que había ganado para hacer lo que siempre he querido y me ha apetecido. Siempre he querido ser Raffaella Carrà: una show-woman, para entretener y hacer feliz a la gente", reconoció ante Pablo Motos. De modo que "un día volviendo de Valencia, empecé a pensar en qué tema me gustaría a mí escuchar en la discoteca y fue así como escribí la canción Mr. Policeman".

Pablo Motos pierde el control del programa tras preguntar a la invitada por su operación de himen

"¡Que levante la mano quién no se ha criado en mis pechos!", gritó, dirigiéndose al público presente en el plató. En ese momento, el programa pinchó una de sus canciones y la invitada se vino tan arriba que no dudó en subirse encima de la mesa. El presentador se vio obligado a intervenir antes de que tuviera lugar cualquier percance: "Leticia que la mesa no aguanta".

"Yo creo que hay que cambiar la mesa ya", comentó Motos con cara de circunstancia. "La mesa tiene el mínimo espacio para que quepan debajo las hormigas", aseguró Motos, después de que lograra que Sabater se bajase de ella. "He visto mi vida pasar", se les escuchó decir a Trancas y Barrancas.

Pero fue avanzada la entrevista cuando el presentador se metió en arenas movedizas sin apenas darse cuenta. Motos quiso saber la razón por la que la cantante se había sometido a una himenoplastia, es decir, una operación para reconstruir el himen. En ese momento el descontrol fue total. "Yo tenía un problema, que no me entraban cuando eran muy grandes", arrancó desvelando la artista. "Yo ya he dejado a varios (novios) por tenerla muy grande. Tuve que ir ahí porque si un tío me encanta no puedes porque te destroza. Ahora todos los artefactos viriles me caben", comentó sin pelos en la lengua.

La cara del presentador era un poema. "De todas las respuestas que me ibas a dar, la que menos esperaba era esta", aseguró Motos. Leticia Sabater no tuvo reparos en dar más detalles tras comprobar que tenía al público en el bolsillo. "Tengo la sospecha de que el programa se me ha ido de las manos", recalcó Motos. "¿Eres consciente de que esto se emite no?".

Sabater, lejos de disculparse o suavizar el tono, siguió en su línea: "También soy consciente de que el sexo es normal, chico. Adán y Eva lo hicieron y nosotros les seguimos".

Acto seguido, la invitada relató de la dura infancia que le había tocado vivir y el tono fue mucho más serio. "Yo, cuando nací, reconozco que era muy poco agraciada. Las cosas como son. Nací bizca, así que llevé un parche en el ojo, tenía las rodillas torcidas, el himen pequeño... No me faltaba detalle. Mi abuelo cuando me vio dijo: 'Esto no tiene solución".

"En el colegio, yo era tremendamente fea, un callo malayo, pero yo me comportaba como si fuese Claudia Schiffer. Yo tenía actitud de pibón, así que el asunto era todavía más cómico. Yo me di cuenta de que tenía que ser simpática para que alguien me hiciera caso en esta vida.

"Ya lo tengo superado, pero fue un momento triste y doloroso", reconoció en tono serio. "A mí me cuesta explicarlo porque yo he sufrido mucho. En el colegio me han insultado mucho y te dicen de todo. Los niños fueron muy crueles. He sufrido mucho, sinceramente. Hasta los 13 años sufrí muchísimo, día tras día. Más adelante, un buen día me cogieron para un concierto de Luis Miguel, para un programa en Madrid, y él dijo que me quería para toda la gira. Mis padres me dijeron que ni hablar, y ahí es cuando quise ser artista. De ahí vino ese afán por superarme en todo lo que hiciera y que hubiera alguien que me admirara, porque en ese momento mi familia no estaba orgullosa de mí".

El hormiguero abrió este lunes sus puertas a Leticia Sabater, una invitada que logró poner patas arriba el programa y que obligó a su presentador a tener que frenar algunas de las intervenciones de la artista. La catalana, que acudió por primera vez al programa, habló de su nueva gira y repasó también aspectos de su trayectoria tanto personal como profesional.

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