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'Los Anillos de Poder', a examen: ¿un gran fiasco o un golpe sobre la mesa?
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CONTIENE 'SPOILERS'

'Los Anillos de Poder', a examen: ¿un gran fiasco o un golpe sobre la mesa?

La primera serie de televisión ambientada en la Tierra Media ha dividido al público con su final. Analizamos su impacto y las implicaciones de la gran revelación para su futuro

Foto: Morfydd Clark como Galadriel en 'Los Anillos de Poder'. (Amazon Studios)
Morfydd Clark como Galadriel en 'Los Anillos de Poder'. (Amazon Studios)

La serie llamada a convertirse en el acontecimiento televisivo del año, 'El señor de los anillos: Los Anillos de Poder', ha concluido su primera temporada provocando menos elogios de los que probablemente esperaba el gigante Amazon cuando desembolsó la friolera de 250 millones de dólares para hacerse con los derechos.

Aunque Jennifer Salke, máxima responsable de Amazon Studios, ha revelado que alrededor de 100 millones de personas han visto la primera serie ambientada en la Tierra Media, lo cierto es que los primeros ochos episodios han generado reacciones, cuanto menos, polarizadas. Para unos, una decepción mayúscula y un imperdonable insulto al legado de Tolkien; para otros, un digno espectáculo televisivo que capta la esencia de las películas de Peter Jackson.

Foto: Robert Aramayo es Elrond en 'Los Anillos de Poder'. (Amazon Studios)

La misión de Patrick McKay y J.D. Payne, los inexpertos guionistas que se han encargado de desarrollar la historia, era de todo menos sencilla: emocionar a los fanáticos incondicionales de Tolkien, uno de los 'fandoms' más apasionados y exigentes del mundo, sin olvidarse de enganchar al público generalista menos familiarizado con este universo y sus códigos. Una historia gigantesca, protagonizada por multitud de personajes en distintos puntos geográficos, con numerosas piezas que encajar y un ejército de 'haters' dispuestos a acribillar todas y cada una de las decisiones de sus creadores. Un reto perfecto para principiantes.

La historia utiliza como material base los breves textos de los llamados apéndices para adentrarnos en la Segunda Edad, miles de años antes de 'El Hobbit' y la trilogía de 'El Señor de los Anillos'. Gracias a las descripciones del autor, sabemos que en esa época se forjaron los anillos de poder y el Anillo Único con el que Sauron intentó dominar a todas las razas. También conocemos la presencia de antiguos reinos como la isla de Númenor, habitada por humanos, o Khazad-dûm, la fortaleza subterránea de los enanos que posteriormente se convertiría en Moria, o que no existían los 'hobbits' como tal, sino sus ancestros, los llamados 'pelosos'. Pero lo cierto es que no contamos con muchos más datos.

Dado que Amazon no posee los derechos de 'El Silmarillion', en el que se aporta más contexto, los responsables de esta adaptación televisiva han tenido que tirar de imaginación para desarrollar las tramas. Una libertad creativa que para muchos seguidores de la obra Tolkien ha ido demasiado lejos, pervirtiendo el espíritu original del escritor británico.

placeholder Daniel Weyman es el Extraño en 'Los Anillos de Poder'. (Amazon Studios)
Daniel Weyman es el Extraño en 'Los Anillos de Poder'. (Amazon Studios)

El lore de Tolkien, ¿ultrajado?

Desde la publicación de las primeras imágenes oficiales la ficción se ha enfrentado a numerosas críticas racistas por incluir a elfos negros —un supuesto agravio a las ideas de Tolkien, que habría basado sus novelas en la mitología nórdica—, así como a comentarios misóginos por dar más protagonismo a los personajes femeninos. "Tolkien se está revolviendo en su tumba. Casi todos los personajes masculinos hasta ahora son cobardes, idiotas o ambas cosas. Solo Galadriel es valiente, inteligente y amable", llegó a escribir Elon Musk, el magnate más rico del mundo, en su cuenta de Twitter.

Esas críticas iniciales, cargadas de prejuicios, han ido quedando atrás para dar paso a otras más fundamentadas. Los 'tolkienistas' han copado las redes sociales con todo tipo de quejas por el poco respeto al canon de la obra del autor: personajes que atraviesan en tiempo récord distancias imposibles, eventos que no ocurrieron durante ese periodo, personajes que no deberían estar ahí, arcos argumentales que contradicen a los hechos narrados en las novelas, simpleza en los diálogos o infantilización de algunos personajes.

La furia desatada de los detractores invade los debates sobre la serie en Youtube y Twitch y son pocos los creadores de contenido que se atreven a defenderla a capa y espada. La pregunta es hasta qué punto sus creadores han querido contentar a este segmento del público concreto o si, por el contrario, han preferido focalizar su atención en aquellos que no conocen demasido sobre el colosal mundo de Tolkien.

Foto: Fotograma cedido por Amazon Studios de una escena de 'Los anillos de poder'. (EFE/Amazon Studios/Ben Rothstein)

Un final de infarto, pero sin sorpresas

El episodio final da respuesta a los dos grandes enigmas sobre los que se ha construido la temporada: quiénes son realmente Halbrand (Charlie Vickers) y el Extraño (Daniel Weyman), dos de los personajes inéditos creados expresamente para la serie. Además, asistimos, al fin, a la forja de tres de los anillos de poder, en este caso de los anillos élficos. Un final modélico, con el ritmo adecuado y escenas muy emocionantes que asientan las bases para una prometedora segunda temporada, pero que no ha logrado sorprender a casi nadie.

Aunque en la primera escena juegan al despiste y nos intentan hacer creer que el Extraño es Sauron —un engaño un tanto burdo—, lo cierto es que a estas alturas casi todos los espectadores sospechaban la verdad. El cautivador Halbrand no es el rey ​​perdido de las Tierras del Sur, sino el mismísimo Señor de la Oscuridad; mientras que el Extraño es, casi con total seguridad, Gandalf. Al menos, es un Istar —un mago de la misma orden de Gandalf y Saruman— y recita una de las frases más míticas del poderoso mago que interpretó Ian Mckellen en el cine: "En caso de duda, sigue siempre tu olfato". Blanco y en botella. ¿O no?

placeholder Charlie Vickers (en el centro), es Halbrand en 'Los Anillos de Poder'. (Amazon Studios)
Charlie Vickers (en el centro), es Halbrand en 'Los Anillos de Poder'. (Amazon Studios)

Más allá del factor sorpresa, la decisión de introducir a Sauron y Gandalf es el gran aliciente que necesitaba 'Los Anillos de Poder' para mantener el interés de los fanes y conectar de forma más directa con las tramas de las películas. Humanizar a Sauron, al que siempre conocimos como un caballero enmascarado y hierático, mostrarnos sus grises y sus formas anteriores, es un arco argumental lo suficientemente potente como para que incluso los más descontentos den una segunda oportunidad a la ficción de Prime Video. Además, Charlie Vickers ha demostrado ser uno de los intérpretes más solventes y carismáticos del reparto, por lo que hay potencial para construir a un villano icónico, como en su día fue el propio Sauron.

Por otro lado, el viaje que ha iniciado el supuesto Gandalf junto a Nori Brandpié (Markella Kavenagh) puede convertirse en una trama muy jugosa, por sus paralelismos con la relación de amistad entre el mago con los 'hobbits' Bilbo y Frodo Bolsón. Hay ingredientes más que de sobra para continuar construyendo una historia con alma, pero cabe la posibilidad de que muchos espectadores ya hayan perdido la paciencia.

placeholder Celebrimbor (Charles Edward) y Elrond (Robert Aramayo) en 'Los Anillos de Poder'. (Amazon Studios)
Celebrimbor (Charles Edward) y Elrond (Robert Aramayo) en 'Los Anillos de Poder'. (Amazon Studios)

Un camino lento e irregular

La serie ha despertado de forma notable en su recta final, pero el camino ha estado repleto de escenas aburridas que han entorpecido el ritmo y han impedido crear vínculos emocionales con los personajes, que a menudo toman decisiones inexplicables e incluso absurdas. La presentación de cada una de las tramas sí resulta interesante gracias, en parte, a la labor del español J.A. Bayona, que dirige los dos primeros episodios con su maestría habitual. Pero, en los episodios posteriores, el desarrollo ha sido lento y errático, con personajes que no van hacia ninguna parte, giros de guion inverosímiles y diálogos vacíos o artificialmente solemnes.

Un ejemplo muy evidente es la trama de los 'pelosos' y el Extraño, a los que únicamente hemos visto deambular por los bosques, sin que el público comprendiera qué pintan exactamente en toda esta historia. Tampoco ha sido fácil interesarse por las tramas políticas de Númenor, tan densas como mal explicadas, ni empatizar con las nefastas decisiones que encadena Galadriel (Morfydd Clark) a lo largo de la temporada, especialmente de cara al final. Algo mejor parados han salido los enanos, con Disa (Sophia Nomvete) y Durin (Owain Arthur) protagonizando las escenas más tiernas y divertidas.

El punto de inflexión llega con el sexto episodio, probablemente el mejor de la temporada, en el que asistimos a una gran batalla de los orcos de Adar contra el ejército de Númenor y los habitantes de las Tierras del Sur que culmina con la impresionante creación de Mordor. Unas escenas de acción con un ritmo trepidante, que justifican la presencia en el relato de Bronwyn (Nazanin Boniadi) y Arondir (Ismael Cruz Córdova) y que demuestran que esta serie, si se lo propone, sabe entretener y hacernos saltar del sofá.

placeholder Galadriel (Morfydd Clark) y Elendil (Lloyd Owen) en 'Los Anillos de Poder'. (Amazon Studios)
Galadriel (Morfydd Clark) y Elendil (Lloyd Owen) en 'Los Anillos de Poder'. (Amazon Studios)

Un apartado técnico y visual de cine

No se puede negar que la ficción de Amazon justifica casi en cada plano la altísima inversión, con unos niveles de producción que se acercan a los de algunos grandes 'blockbusters' de cine. Los verdes paisajes de Nueva Zelanda —la misma localización donde se rodaron las películas de Peter Jackson—, nunca habían lucido tan espectacularmente bien en cámara como en 'Los Anillos de Poder'. Además, el presupuesto destinado a los efectos especiales y el CGI se exhibe con escenas para la posteridad como la creación de Mordor tras la explosión del Monte del Destino, así como en la impecable caracterización de los orcos. Sin duda, estamos ante otro nivel en producción televisiva.

La banda sonora de Bear McCreary, compositor de series como 'Battlestar Galactica' y 'Outlander', sobresale en momentos tan emotivos como la despedida de Nori (Markella Kavenagh) y su familia o la llegada de Galadriel y Halbrand al reino de Númenor. Unas notas musicales que nos recuerdan la grandeza e importancia de la música en esta saga.

placeholder Galadriel observa la explosión del Monte del Destino. (Amazon Studios)
Galadriel observa la explosión del Monte del Destino. (Amazon Studios)

Un futuro incierto

Al margen de la tibia recepción, los números están de su lado. Según Nielsen, la empresa experta en medición de audiencias, 'Los Anillos de Poder' ha sido la serie más vista del otoño con más de 1.000 millones de minutos de reproducción, superando a grandes apuestas de la competencia, como 'La Casa del Dragón' (HBO Max) o 'Andor' (Disney+). La compañía liderada por Andy Jassy ha firmado un total de cinco temporadas, por lo que su continuidad está más que asegurada. De hecho, el rodaje de la segunda tanda de episodios comenzó hace varias semanas en los Bray Studios de Londres.

Más allá de las cifras, si 'Los Anillos de Poder' pretende mejorar su maltrecha imagen, deberá decidir a qué público pretende conquistar: a los fanes de Tolkien, que reclaman un mayor rigor en la adaptación o al público en general, que simplemente necesita un ritmo más trepidante y un guion más trabajado. ¿Darán con la fórmula para contentar a los dos segmentos por igual?

La serie más ambiciosa de la historia de Amazon Prime Video nos ha regalado un espectáculo visual sin precedentes, pero necesita ir más allá de lo estético si quiere pasar a la historia y codearse con las más grandes. Más epicidad, más aventura, más escenas de humor, más emoción. Los habitantes de la Tierra Media no se merecen una historia a medio gas. Y los espectadores tampoco.

La serie llamada a convertirse en el acontecimiento televisivo del año, 'El señor de los anillos: Los Anillos de Poder', ha concluido su primera temporada provocando menos elogios de los que probablemente esperaba el gigante Amazon cuando desembolsó la friolera de 250 millones de dólares para hacerse con los derechos.

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