La muerte de Çolak desata el huracán Betül: así es su regreso al poder

Los espectadores de Tierra amarga todavía se están recomponiendo del peligro que sufrió el personaje de Züleyha en el episodio de este martes, cuando otro impactante suceso demarca la vida social de Çukurova. La serie turca de Antena 3 afronta su etapa final con episodios cada vez más intrigantes según se avecina el cierre de cada personaje.

Después de la trampa que Betül tendió a sus enemigos, tanto a Çolak como a Züleyha, el episodio de este miércoles cambia por completo las dinámicas entre rivales. Mientras Çolak jura tomar cartas en el asunto por su secuestro y Züleyha se muestra estoica y segura ante los intentos de Betül de acabar con ella, Sermin y su hija se encuentran en un apuro, casi sin dinero y okupando una casa ajena.

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Después del suceso en el bosque, Betül vuelve a casa con Sermin sumida en un ataque de pánico, lamentando no haber sido capaz de disparar a Züleyha, y agobiada por las exigencias de sus sicarios, que le piden la segunda parte del pago pese no haber cumplido con la misión.

Çolak muere por un ajuste de cuentas

Son tiempos inseguros para la vida de Çukurova. Si en el episodio anterior Betül llegó a secuestrar al "gran Çolak" y logró escapar con un poco de maña y el rescate en carretera de Züleyha, en el episodio de este miércoles no ha podido escapar de su fatídico destino como uno de los mayores mafiosos de la región.

"Habiendo muerto Hasmet, la jefa soy yo", afirma estoicamente Betül

Minutos después de cruzarse con Züleyha en plena calle, Çolak es disparado a la luz del día por un cacique al que le debía tierras. Züleyha, que se acaba de encontrar también con Gaffur, observa la escena desde lejos, asumiendo que las cosas malas le pasan a las personas malas.

Unas horas más tarde, Gaffur llega a la mansión Yaman con la increíble noticia de que Çolak no ha podido sobrevivir a las heridas. Züleyha se muestra impactada y respetuosa ante la muerte de su enemigo, pero, sin duda, se trata de un motivo de celebración por gran parte de los vecinos de Çukurova, a los que Çolak hizo la vida imposible.

Betül no tarda en hacerse con el poder

Justo cuando Fusün vuelve a la casa que Sermin y Betül han okupado indiscretamente, madre e hija logran escapar sin ser vistas y acuden al entierro de Çolak. Betül arremete contra un miembro del séquito del terrateniente por no haber esperado a la esposa de Çolak para iniciar el sepelio.

"Habiendo muerto Hasmet, la jefa soy yo", afirma estoicamente Betül. Los empleados de Çolak ven llegar un huracán. La mujer comienza a gestionar los bienes de Çolak con egoísmo y escaso interés en el progreso: saquea la caja del restaurante y despide a los miembros que echaron a Sermin de la casa o que colaboraron con el secuestro de Betül. Además, la chica se desprende de todo rastro de Çolak en su mansión: la ropa, el mobiliario y todo lo que le recuerda a él.

Por supuesto, Betül no ha olvidado a su máxima amenaza, Züleyha. Con su nuevo traje del emperador, la déspota acude a la mansión Yaman para amenazar, cara a cara, a la gran dama y señora de Çukurova. Züleyha, impávida, debe actuar con más cautela que nunca, pues podría ver su legado derrumbado ante la promesa de Betül de hacerle pasar por todo lo malo que ella misma ha pasado.

¿Qué sucederá cuando el mundo se entere de que la boda entre Çolak y Betül no es válida? Vahap y Abdülkadir podrían tener en sus manos la clave para acabar con la tiranía de Betül en los próximos episodios de Tierra amarga.