Cruz promete una fría venganza contra Elisa tras su marcha de 'La Promesa'

La telaraña que la baronesa de Grazalema ha ido entretejiendo en La Promesa, la serie que La 1 de Televisión Española emite entre semana a las 16:30 horas, ha atrapado a la marquesa de Luján como potencial víctima. El personaje de Elisa está interpretando un gran papel frente a Alonso, como si no fuese la fuerza principal que está volviendo loca, a propósito, a Cruz.

En el episodio anterior de la ficción de Bambú Producciones, la baronesa aceptó las súplicas de Alonso para no denunciar a su esposa por intento de asesinato. Pero Elisa no pensaba quedarse de brazos cruzados, y exigió una satisfacción a cambio: que Cruz se marchase a una casa de reposo para calmarse.

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Alonso le pregonó la idea a Cruz, y la marquesa se indignó sobremanera por la poca credibilidad que le guarda su marido cuando afirma que no está loca, y que Elisa está conchabada con Lorenzo para llevarse todo el dinero que les correspondería a los marqueses.

Manuel habla con Cruz

En el episodio de este viernes, Alonso le ha comunicado a sus hijos de la dura decisión que ha tomado con respecto a Cruz. El marqués le ha hecho entender a Manuel, Catalina, Jimena y Martina que debe enviar a su esposa a una casa de reposo para evitar a toda costa que Cruz sea juzgada y apresada. Alonso no sabe cómo convencer a Cruz de que debe marcharse, y Manuel se ha ofrecido voluntario para hablar con ella.

Cruz le ha pedido a Petra que le contase a Manuel lo que sabe sobre Lorenzo y Elisa

Al mismo tiempo, Gregorio ha informado al servicio de esta decisión. Petra se ha preocupado mucho al desconocer durante cuánto tiempo se ausentaría la marquesa, pues sin ella, su labor en La Promesa como doncella personal de Cruz dejará de tener sentido. La criada perversa ha arremetido contra "el militar y su concubina", y Rómulo le ha llamado la atención por hacer juicios de valor.

Cruz ha recibido a Manuel en sus aposentos, y le ha dicho que si venía a intentar convencerla de ir a aquel sanatorio, no tendría éxito. Cruz ha cargado contra Lorenzo y Elisa, a quienes acusa de robar dinero mientras rompen familias. Manuel ha observado lo enfadada que se encuentra su madre. Petra ha entrado en el dormitorio, y Cruz le ha pedido que le contase a Manuel lo que sabe sobre Lorenzo y Elisa, con tal de demostrar que no es la única que piensa que existe un complot sobre ella.

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"Aquí la cuestión no es si usted está o no está en sus cabales, la cuestión es que intentó estrangular a esa señora", ha insistido Manuel, antes de serenarse y darle un beso en la mejilla a su madre. "Ni siquiera mi hijo se pone de mi parte", le ha comentado Cruz a Petra cuando este se ha marchado.

La marquesa se marcha

Catalina ha acudido a animar a Alonso. "Estoy atado de pies y manos", ha confesado Alonso, a quien le parece exagerada la petición de Elisa. Alonso le ha pedido a su hija que no se vaya, pues la necesita más que nunca. "Las cosas han cambiado, ¿no lo entiendes?", ha preguntado a su hija, a quien le ha señalado una nueva vía de gestión de la finca en ausencia de Cruz. "Quédate, hija, tú mandas", ha admitido por fin Alonso.

Cruz ha reunido en la recepción del palacio a Alonso, Lorenzo y Elisa. La baronesa de Grazalema llevaba un fular al cuello, por si a la marquesa se le ocurre volver a estrangularle. Cruz ha anunciado que nadie le echa de su casa, y que ella misma decide irse por su propio pie. En su despedida, le ha dicho a Elisa que tendrá mucho de lo que arrepentirse en su regreso, mientras que Alonso le ha dado un beso en los sabios. ¿Será el último entre ello dos? ¿Se marcha verdaderamente Cruz a un reformatorio? ¿Qué está planeando la marquesa con su salida de La Promesa?