Elisa se hace con el control de 'La Promesa': ¿qué perverso plan tiene contra Catalina?

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Hacía ya un tiempo que los personajes de Lorenzo de la Mata y Elisa de Grazalema iban tras la caza de la misteriosa persona que llegó a pillarles teniendo un momento íntimo en el salón de La Promesa. En la serie de las sobremesas de entre semana de La 1 de Televisión Española, los bandidos que consiguieron expulsar a Cruz de su palacio por una temporada van ahora a por el "fisgón" que podría delatarles, y cada vez le pisan más los talones.

En episodios anteriores, Lorenzo y la baronesa llegaron a sospechar de Curro, quien le preguntó abiertamente a su padre si mantenía una relación sentimental con Elisa. El militar le preguntó a su hijo de dónde había sacado semejantes rumores, y Curro, que no quiso delatar a Jana, únicamente afirmó que alguien del servicio lo había atestiguado.

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En el episodio de este lunes, Lorenzo le ha insistido a Curro para saber si era realmente él quien les vio. "Hágase a la idea de que por mí no lo va a saber", le ha espetado Curro a su padre. El chico ha querido poner el foco de atención en el hecho de que se estuvieran besando, y no tanto en que fueron pillados. Curro le ha dado la razón a las teorías de Cruz, y Lorenzo ha negado que las acusaciones de la marquesa tuviesen justificación.

Lorenzo ha inventado que desde que fueron señalados, Elisa y él se han sentido más unidos, pero que aquel fue el único beso que jamás se han dado. Curro ha evitado que su padre prosiguiese con el interrogatorio, alegando que desconocía de donde llegaban los rumores, pero Lorenzo se ha quedado con la idea en mente de que debía echar un ojo al servicio.

Martina trabaja para Beatriz

Curro, por su parte, le ha contado a Martina que ha tenido problemas con su padre. "Nos pasamos los días de trifulca en trifulca, mi padre puede discutir conmigo por cualquier cosa", ha admitido el joven. El chico ha mencionado que se ilusionó cuando le pidió perdón, y creyó que su padre llegaría a cambiar su actitud. "A veces pienso que mi vida hubiese sido diferente si mi padre me hubiese querido", ha expresado Curro.

Elisa a Lorenzo: "he hecho algo para tener a Catalina comiendo de mi mano"

Para animar a su amado, Martina le ha propuesto hacer un pícnic que le pueda relajar. Sin embargo, el propósito real de la chica es entablar una cita entre Beatriz y él, por presiones de su supuesta amiga, quien ha insistido en que le ayude a conquistar a Curro a cambio de no revelar sus oscuros y desconocidos secretos a su familia.

Elisa trama algo sucio

En un encuentro entre mujeres en el salón de té, Elisa ha preguntado que porqué insinuaba Curro que entre su padre y él había algo, pero las chicas no creen que fuese su intención insinuar nada. La baronesa se ha preguntado en qué emplea sus horas, y Beatriz ha cuestionado que no tenga ninguna pretendiente. "No tiene oportunidad de conocer a jóvenes", ha pensado Catalina, confesando que Curro apenas se relaciona con Martina "y una doncella, Jana". Elisa ha dado con la tecla que buscaba: el nombre de la criada que podría haber promovido el rumor.

Elisa ha entrado a sus aposentos con una sonrisa en la cara, ya no solo porque crea haber descubierto quién es el misterioso fisgón, sino porque ha conseguido algo que hará que se ganen, definitivamente, la confianza de Catalina. "He hecho algo para tener a Catalina comiendo de mi mano", ha anunciado la perversa baronesa, quien ha añadido: "solo falta el golpe de gracia y podremos conseguir nuestro propósito" ¿De qué se trata? ¿Conseguirán engañar a Catalina para arruinar sus planes de prosperidad de los terrenos?