Martina recibe un descomunal regalo en 'La Promesa' pero, ¿quién lo envía en realidad?

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Martina se encuentra entre la espada y la pared en la serie La Promesa desde que sus padres le comunicasen que don Antonio de Carvajal y Cifuentes mostraba interés en casarse con ella. Sin embargo, no es el único personaje que se encuentra atrapado ante tal situación en el drama de época que La 1 de Televisión Española emite de lunes a viernes a las 16:30 horas, pues Curro se ha quejado ante Jana la falta de confianza que ahora le genera Martina.

Cruz parece haber decidido jugar a dos bandas en este nuevo entretenimiento que ha llegado a su palacio con la visita de Fernando y Margarita. La marquesa le ha hecho creer a su cuñada que apoyaría su decisión de casar a Martina con aquel muchacho tan bien posicionado, y le ha sugerido que Alonso y ella podían intentar interceder sobre la opinión de la joven prima de los Luján. Sin dudas, la marquesa ha querido ganarse la confianza de Margarita para poder pillarla desprevenida más adelante.

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A. Richart

Paralelamente, Cruz también ha hablado con Martina a solas, y se ha puesto una máscara totalmente diferente a la que llevaba puesta con Margarita. La marquesa ha asegurado a su sobrina que acudía en son de paz, y que no se le pasaría por la cabeza animarle a casarse con quien no ama. Martina se ha encargado de recordarle a Cruz que sus hijos contrajeron matrimonio por pura conveniencia, y Cruz ha asumido que se trataba de un error que no se hubiese perdonado nunca si hubiese hecho infeliz a Manuel. Por suerte, el chico parece contento con su matrimonio y su bebé en camino.

Cruz le ha asegurado a Martina que ella misma se casó con Alonso porque estaba enamorada, y que deseaba lo mismo para ella. "No te dejes manipular por nadie”" le ha aconsejado la mujer a la prima de Manuel y Catalina. La marquesa le ha ofrecido a Martina su apoyo incondicional y el de Alonso, y la chica le ha comentado que quizás lo necesitase muy pronto.

Un peculiar regalo, ¿de Margarita?

Al poco rato, un enorme obsequio ha llegado a La Promesa, transportado entre dos lacayos. Se trataba de un gigante ramo de flores destinado a Martina. Margarita ha leído la dedicatoria del sobre que le acompañaba, y remitía a un cortejo de don Antonio de Carvajal y Cifuentes, que, con una romántica pretenciosidad, mencionaba el palacio lleno de flores que poseía la reina María Antonieta.

Ha sido un momento épico en el episodio: Curro ha presenciado la entrega del ramo con furia en sus ojos, Cruz se ha quedado consternada con semejante exceso de galantería, y Lorenzo se ha divertido de lo lindo contemplando cómo los padres de Martina le tenían que explicar a su hija la referencia histórica que no entendía: "recuerda a una reina que murió decapitada", ha protestado la chica.

Margarita ha fantaseado con las fiestas a las que los duques le invitarán

La desafortunada dedicatoria ha empañado el regalo en sí, pero Margarita ha insistido en que el ramo luciese en la entrada del palacio y ha instado a los lacayos a que contasen que venía de parte del hijo del Duque a todo aquel que preguntase por él.

Para no haber tenido nada que ver, Margarita parece muy bien instruida en la historia de María Antonieta, pues, una vez en privado, le ha contado a Fernando que la reina tuvo su propio perfumero. Fernando ha pensado que con lo que debía valer semejante ramo de flores, ellos podrían comer dos o tres veces. ¿No será que Margarita lo ha encargado para reforzar la idea de que Martina tiene un pretendiente rico? La mujer ha fantaseado con todas las fiestas a las que los duques le invitarán una vez su hija contraiga matrimonio.

Lorenzo confirma lo peor

En la biblioteca, Cruz se ha reunido con Lorenzo, quien le ha confirmado que ha hecho diversas llamadas telefónicas, y ha concluido que la propuesta de matrimonio del hijo del duque es real. La marquesa ha decidido creer a su cuñado, pero ¿y si también está jugando a dos bandas como lo hizo con la baronesa de Grazalema? ¿Es todo un complot entre Margarita y él?

Con Alonso delante, Cruz se ha quejado de que aquel matrimonio no tenía ningún sentido. "Ese par de mentecatos es capaz de llevarla atada al altar", ha comentado la marquesa, quien ha intuido que, una vez casada Martina, la actitud de superioridad de sus cuñados se haría insoportable. Es entonces cuando Cruz ha decidido echarlos de La Promesa. "Que se vayan ya", ha ordenado a Alonso, "que se lleven con ellos su maldito ramo".

¿Hará caso Alonso a Cruz? Su destierro de La Promesa significaría una batalla definitiva entre los marqueses y los futuros amigos del heredero del Duque.