Así sería la vida con Jana, según las locas fantasías de Manuel, en 'La Promesa'

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Es muy evidente que Manuel no está pasando por su mejor momento en la serie La Promesa. El joven aviador, enamorado de Jana, se siente atrapado y últimamente está con los sentimientos a flor de piel. El drama de época que La 1 de Televisión Española emite entre semana a las 16:30 horas ha dado un pequeño regalito a sus espectadores, y les ha permitido fantasear sobre cómo sería la vida entre Manuel y Jana si acabasen juntos.

En pocas ocasiones había sucedido que los personajes de la serie se permitiesen conspirar con tanta libertad sobre qué sucedería si las cosas fueran distintas a como las están viviendo. Si en el episodio anterior Manuel le llegó a contar a Martina que en realidad no estaba enamorado de Jimena, sino de otra persona, en el capítulo de este viernes, el chico se ha dejado llevar por completo por las fantasías en su cabeza.

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A. Richart

Todo ha venido dado a partir de la discusión que Manuel y Jimena han mantenido en presencia de la sirvienta Teresa. Jimena le ha contado a su marido que su suegra no es partidaria de se marchen a Madrid, y Manuel ha entendido la postura de su madre, pues él, en realidad, también la comparte. "Tenemos que sopesar muy bien todas las ventajas e inconvenientes", ha sugerido Manuel ante su esposa, cada vez más enervada.

Más tarde, Jimena ha encontrado a Manuel en el hangar, quien se preguntaba qué haría alejado de todo aquello que representaba su pasión. La chica ha entendido que en verdad era su marido quien no quería marcharse a Madrid, y le ha acusado de tener más en cuenta su amor por la aviación que su futuro bebé. La chica le ha reprochado que no hacía nada para complacerla, y Manuel le ha recordado que ya sabía cuál era su pasión cuando se casó con él. "Yo nunca te engañé", ha aclarado Manuel.

La atrevida pregunta de Manuel

Ha sido entonces cuando Manuel ha encontrado a Jana en el invernadero. La criada ha notado triste al chico, y le ha invitado a compartir sus preocupaciones, pues eso es lo que ella hace con María Fernández cada noche para aliviarse. "Por desgracia, yo no puedo contarle a nadie lo que siento", ha comentado el chico, quien le ha aclarado que todo se debía a problemas conyugales.

"¿Alguna vez te has llegado a imaginar como hubiera sido nuestra vida si hubiéramos podido estar juntos?", le ha consultado Manuel a Jana, cada vez acercándose más a ella. La chica ha pensado que le preguntaba qué hubiese sucedido si se hubiesen podido casar, y ha confesado que a ella no le gustaba nada ni los palacios ni el marquesado.

Manuel le ha recordado a Jimena que ya sabía cuál era su pasión cuando se casó con él

"No viviríamos en un palacio, sino en una casa en el campo", ha imaginado Manuel. "Una casa coqueta, preciosa, llena de plantas por todas partes, en un campo lleno de flores y árboles frutales". Sumido en su romanticismo, Manuel le ha preguntado a Jana si le gustaban las naranjas, y con ello ha invitado a la sirvienta a participar en su juego.

"¿De qué viviríamos?", ha preguntado la chica, a lo que Manuel ha contestado que vivirían de las curas de ella y de sus inventos. "Tú me darías ideas magníficas que mejorarían las mías. Cogeríamos el avión siempre que quisiésemos y surcaríamos los cielos, sintiéndonos completamente libres", ha explicado el chico en un momento en el que lo único que volaba era su imaginación.

Cuántos hijos tendrían

"¿Qué haríamos con los tres o cuatro hijos que tuviéramos?", ha proseguido Jana. "Haría un avión más grande, uno gigantesco donde cupiésemos los cinco o los seis". Todo pinta demasiado hermoso en el mundo perfecto y justo que la pareja se ha montado en un segundo, pero Jana se ha encargado de derrumbarlo como un castillo de naipes, alegando que el problema es que ninguno de ellos dos vivía en ese mundo. Sin embargo, Jana no se ha marchado sin antes confesarle que le había encantado aquella ensoñación.

El encuentro romántico con Manuel le ha surgido en un momento complicado, en el que Abel va avanzando puestos y adelantando a su amigo sobre el interés por la criada. ¿Acabará Jana teniendo un idilio con Abel? ¿Será posible que Manuel y Jana puedan vivir algún día todas esas cosas que han fantaseado?