El porqué de la súbita bofetada que Ramona le ha propinado a Jana en 'La Promesa'

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Desde hace un par de episodios, los personajes de Jana y Abel no han dado abasto en la serie La Promesa. Con el inminente y complicado parto de Pía, la pareja de "médicos" de la serie de La 1 de Televisión Española casi olvida por completo que, en una cabaña de camino a Luján, Ramona sigue encamada. En el capítulo de este miércoles, sin embargo, que se ha emitido, como es habitual, a las 16:30 horas, Jana ha encontrado un momento para acudir.

Si recordamos, en episodios anteriores, la salud de Ramona había mejorado visiblemente, hasta el punto de por fin poder juntar varias palabras, aunque no con demasiado sentido. Ello provocó que la mujer, confundida, tomase a Abel por su hijo. No obstante, acertó de pleno cuando llamó "Mariana" a Jana, aunque el médico pensó que se trataba de otro de sus delirios.

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S. T.

Por el momento, Jana ha seguido ocultando a Abel la verdad por la que conoce a Ramona, pero el chico se ha ofrecido a ayudarle igualmente. Mientras que Pía estaba de parto, ha sido María Fernández quien se ha encargado de cuidar de la paciente y darle cháchara. Ramona ha tenido que aguantar la imparable verborrea de la sirvienta hasta el episodio de hoy.

Delicada situación de Pía

Por su parte, el bebé de Pía ha nacido por fin, y así se lo ha presentado Jana al resto del servicio. "El niño está bien", ha anunciado la sirvienta. Todos han centrado su atención en la criatura, pero cuando le han preguntado el nombre, Jana ha declarado que todavía no tenía, pues su madre todavía no había podido verlo. Jana ha contado que Pía se había desmayado y todavía no se había despertado. "La situación es muy grave", ha explicado con cautela, "puede que no lo supere".

Jana ha contado que Pía se había desmayado y todavía no se había despertado

Abel ha seguido observando a Pía, quien seguía débil, pero estable. El médico le ha agradecido a Jana su ayuda, y por fin le ha pedido perdón por el momento en el que casi le atropelló con el sidecar el día que se conocieron. Por su parte, Cruz se ha empeñado en recordarle al médico que fue contratado para velar por Jimena, no por Pía, y que esperaba que el parto no hubiese provocado una desatención de sus obligaciones.

Ramona, despechada

Cuando Jana ha llegado a la cabaña de Ramona, ha visto que la mujer estaba despierta. "Qué ganas tenía de abrazarte, mi niña preciosa", ha expresado la mujer, y acto seguido le ha dado una inesperada bofetada, con la que Jana se ha quedado asombrada.

"Renuncié a mi vida para sacarte de aquí y ¿qué haces tú?", ha preguntado retóricamente la mujer, quien ha sacado fuerzas de no se sabe dónde, "volver a meterte en la boca del lobo". A Jana se le ha caído alguna lágrima mientras le explicaba a su antigua cuidadora que sabía que le debería haber avisado de que regresaría a Luján para conocer la verdad.

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A. Richart

La mujer mayor ha alegado que no dio crédito cuando escuchó rumores de que una chica rubia había llegado a La Promesa. "La duda me carcomía y no me quedó otra que volver aquí", ha narrado Ramona. La señora ha prometido que ahora que ha visto que Mariana estaba sana, se marcharía por donde había venido.

Jana le ha dicho que la necesitaba a su lado, pero Ramona le ha recordado que había puesto su vida en peligro, tal y como ella había hecho también al rondar por allí. Acto seguido, Ramona ha echado a Jana-Mariana de su casa, de muy malas maneras, olvidando por completo todo lo que la joven ha hecho por ella.

En el palacio, Jana le ha contado a Curro lo sucedido con Ramona. El chico guardaba esperanzas por conocerla, y Jana ha creído que si la mujer seguía cogiendo fuerzas, quizás le reconocería y podría contarles cosas sobre su madre. ¿Se escapará Ramona antes de que Jana pueda sonsacarle información? ¿Llegará a saber si era ella quien la espiaba en su antigua casa?