¿Suenan campanas de boda en 'La Promesa'? Esta ha sido la decisión final de Martina sobre don Antonio

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Una semana más, el personaje de don Antonio de Carvajal y Cifuentes ha continuado intentando conquistar a Martina en la serie La Promesa. La ficción de época de La 1 de Televisión Española ha emitido dos nuevos episodios este lunes, en los que el heredero del duque ha estado haciendo entrometidas pesquisas sobre el pasado romántico de la prima de los Luján.

Todo ha comenzado cuando, después de un paseo acompañados por Curro, la carabina de Martina, don Antonio ha notado algo distraída a la chica, y poco entusiasmada por pasear con él. "Puede ser que esté usted enamorada de otro", ha llegado a expresar el "principito", quien ha calado muy bien a la joven, que se había dado la vuelta y ahora una lágrima estaba a punto de caer de sus ojos.

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Martina ha negado que hubiese otro hombre en su vida, pero eso no le ha bastado a don Antonio para quedarse tranquilo. El chico sabe que ella es atractiva e inteligente, y que cualquier hombre moriría por estar a su lado. "Tampoco he sido una monja de clausura", ha admitido Martina, aunque eso, don Antonio también lo sabía, pues cuando le dio el beso en aquella fiesta en Madrid pasaron más allá de las "miraditas" y el coqueteo.

"Aunque no me estuviera diciendo la verdad, eso sería irrelevante", ha explicado el heredero del duque, "No temo a mis rivales, porque yo nunca pierdo". El chico ha alegado que no había venido a La Promesa a disfrutar de la comida ni de los paseos, sino con la férrea decisión de convertir a Martina en su esposa.

Don Antonio, detective

Más tarde, el "principito" ha encontrado a Manuel y Curro jugando al billar, y ha aprovechado para preguntarles si Martina les había confiado alguna vez algo sobre sus amoríos del pasado. Manuel ha sostenido que se trataba de una chica muy discreta y familiar, que nunca recibía visitas masculinas, mientras Curro negaba saber nada sobre eso.

En el invernadero, Curro se ha quejado ante Martina de lo duro que era aguantar las gracias y las "preguntitas" del invitado del palacio, y la chica le ha preguntado a qué se refería. El hermano de Jana le ha comentado que su pretendiente andaba haciendo preguntas sobre ella, y que él contestado lo que consideraba que era verdad: que no tenía otros pretendientes.

Curro se ha quejado de lo duro que era aguantar las "preguntitas" de don Antonio

"Los dos sabemos que esa no es la verdad, pero gracias", ha constatado Martina, haciendo ver a Curro que le guardaba cariño. La joven le ha dicho a su enamorado que nadie podía enterarse de lo que pasó entre ellos, pues deseaba protegerle, aunque el chico le ha dicho que no necesitaba preocuparse por él.

Curro se ha marchado cuando ha visto que don Antonio llegaba a su encuentro, y Martina le ha reprochado que fuese preguntando a toda su familia sobre su vida amorosa. "No hace falta que indague más", ha explicado Martina, a lo que ha añadido "Sí". Don Antonio no sabía muy bien a qué se refería con esa afirmación, y Martina le ha regalado el bombazo de que sí, se casaría con él.

El primer (segundo) beso

A todo esto, la voz y la actitud de Martina no eran demasiado firmes: la chica ha dado el paso más nerviosa que segura de sí misma. "Seré su esposa, así que haga lo que considere", ha añadido para que don Antonio fuese organizando el matrimonio. Orgulloso, el chico se ha levantado de la mesa y le ha dado un beso a Martina. El primero de ellos, sin contar el que se dieron en aquella fiesta lejana.

Como casi todos los besos que suceden en La Promesa, no ha pasado inadvertido para una tercera persona. A través de la ventana, Curro ha observado el incómodo momento entre don Antonio y Martina. ¿Cómo puede estar jugando a dos bandas de esa manera? ¿Quiere de verdad a Curro o está decidida a amar a don Antonio?