Cruz desata su lado más perverso: así ha presenciado el trágico final de Fernando en 'La Promesa'

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Probablemente, a casi ningún espectador de La Promesa le resulta agradables los personajes de Fernando y Margarita, los cuñados de los marqueses que llegaron al palacio para hacerle la vida imposible tanto a ellos como a su hija Martina. Pero de ahí, a desearles un trágico final, hay un mundo. En los dos capítulos de estreno que La 1 de Televisión Española ha emitido este lunes a las 16:30 horas, un inesperado suceso ha vuelto a cambiar de nuevo las dinámicas para la serie de sobremesas.

Si recordamos, la salud de Fernando ya había dado un pequeño aviso hace unos cuantos episodios, cuando, después de una dura discusión con su hermano Alonso, el padre de Martina sufrió un infarto que le llevó a desmayarse en el suelo. Por suerte, Margarita pudo socorrerle a tiempo con unas pastillas que el hermano del marqués guardaba en su chaqueta.

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En los episodios de este lunes, Alonso ha intentado calmar a Cruz después de saber que Fernando se proponía comprar el palacio. El marqués ha declarado que él no pensaba ponerle precio a La Promesa, pero a la marquesa le preocupa que sus cuñados se empecinen con la idea y, una vez se case Martina con el heredero del duque, tengan el apoyo del Rey para hacer lo que quieran.

"Estaremos atados de pies y manos, Alonso", ha dicho Cruz entre sollozos, "Se van a hacer con ella de todas formas. Este es el principio del fin de nuestra familia", a lo que ha añadido: "Ha empezado la cuenta atrás y lo peor es que puede que sea demasiado tarde para frenarla".

El consejo de Feliciano

Por su lado, Fernando se cuestionaba si estaban tensando demasiado la cuerda con sus cuñados. "Ya tenemos lo que queríamos", le ha declarado a su esposa Margarita, quienes habían conseguido darle una cura de humildad a los marqueses con el acercamiento de don Antonio de Carvajal. Margarita, sin embargo, ha opinado que no deseaba volver a Madrid, sino quedarse allí para terminar de ver sufrir a Cruz y Alonso. "Es nuestro momento", ha indicado la madre de Martina.

Fernando ha querido tener un nuevo acercamiento con su hija, ondeando la bandera de la paz, pero Martina se ha empeñado en hacerle ver lo imposible de su relación, pues le habían hecho una hija infeliz.

Cruz, a Alonso: "Este es el principio del fin de nuestra familia"

Mientras le vestía, Feliciano le ha dicho a Fernando que se le veía preocupado. El cuñado de Cruz le ha explicado al lacayo que se sentía como si estuviese yendo a contracorriente, y que le había dado por preguntarse si estaba haciendo bien con su hermano y su hija. "Mi mayor fracaso es mi incapacidad para poder llegar hasta su corazón", ha contado el señor, "Está llena de rencor hacia mí".

El hermano de Petra le ha contestado que, en caso de duda, la verdad es la opción ganadora, y eso ha supuesto toda una revelación para Fernando. "Voy a hablar con mi hija y haré por escucharla y por comprenderla", ha reflexionado el padre, "y esforzarme por seguir el camino de su verdad". ¿Permitiría Fernando que finalmente Martina no se casase con don Antonio?

Crueles palabras de despedida

"Me había propuesto callar", ha explicado Cruz cuando se ha encontrado con Fernando en sus aposentos. El hombre le ha pedido sinceramente hacer borrón y cuenta nueva con sus familias, pero Cruz se ha puesto hecha una energúmena y le ha gritado a Fernando que se marchase ya para siempre de La Promesa junto a su mujer. El cuñado ha intentado suplicar a la marquesa que se lo pensase mejor, y ha sido en ese momento cuando Fernando ha empezado a sudar y atragantarse.

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A Fernando le ha vuelto a dar un infarto, y le ha pedido a Cruz, tumbado en el suelo, que le diese la pastilla del pastillero de su chaqueta. La marquesa ha conseguido sustraer la pastilla, pero se ha parado a pensar qué sucedería si no se la suministraba. "Qué curiosa es la vida, ¿no, Fernando?", ha preguntado con ironía la mujer.

"Si no hubieras sido tan osado de pedir cosas imposibles, no te verías en esta situación tan comprometida", se ha sentado Cruz a explicar, mientras Fernando iba muriendo lentamente. "Os empeñasteis en pedir más de lo que os correspondía", le ha recordado Cruz, quien además ha recordado la humillación que le hicieron pasar en la garden party de Alfonso XIII. "Adiós, querido cuñado. Nos vemos en el infierno", le ha susurrado a Fernando antes del rictus final.

Minutos más tarde, Alonso ha encontrado a Cruz tocando el piano, y el marqués, con la voluntad de enterrar el hacha de guerra con su hermano, le ha pedido a la marquesa colaborar con sus cuñados en la pedida de matrimonio de Martina celebrada en La Promesa. Aun con resistencias, Cruz le ha seguido el rollo, y ha aceptado a firmar aquel tratado de paz. ¿Descubrirán Margarita y Alonso que Cruz podría haber salvado a Fernando?