Pía, dispuesta a meterse en la boca del lobo en 'La Promesa': "Voy a chantajear a Cruz"

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Seguirle el hilo al personaje de Cruz en la serie La Promesa atrae sus consecuencias. Si no, que se lo digan a Petra, su doncella personal, quien ha tenido que sacrificar su puesto de trabajo para que la verdad sobre el robo del bebé de Pía no saliera a la luz. En el nuevo episodio de la ficción de época de La 1 de Televisión Española, que se ha emitido este lunes a las 17:30 horas, Rómulo ha arrojado algo de luz sobre el verdadero culpable del rapto, y ello ha implementado en Pía la idea de abrir una guerra indeseable.

Teresa ha cogido por banda a Feliciano y le ha pedido que, por última vez, le contase cuál fue su participación en el robo de Dieguito. Con una condición: debía contarle absolutamente toda la verdad. El lacayo le ha contado a su enamorada que el día en el que Fernando le dio la enhorabuena por su trabajo, vio a su hermana Petra muy nerviosa. Horas más tarde, la encontró corriendo por los jardines del palacio, y observó que llevaba a Diego en brazos.

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A. Richart

Feliciano intentó pararle los pies a su hermana, pero la doncella le contó que lo hacía por el bien del servicio. Con la visita de don Antonio y Pía en estado moribundo, no había manos suficientes para cuidar del bebé, y decidió llevarlo al convento de Villalquino con la idea de recuperarlo más tarde. Ello convenció a Feliciano, quien relevó a Petra en su misión, pues corría más y nadie en el pueblo le reconocería.

​La despedida de Petra

Después de su narración, Teresa le ha dado un buen guantazo a Feliciano. Hablando con María Fernández, la chica ha pensado que de lo bueno que es el chico, llega a ser tonto. Eso sí, no había podido evitar enamorarse de él. Unos minutos más tarde, Petra ha entrado en el área del servicio con la maleta, dispuesta a despedirse de sus compañeros.

La despedida ha sido del todo díscola, pues estaba orgullosa de siempre haberle sido fiel a su señora, y ha defendido que casi todo lo que el resto había aprendido allí, probablemente lo habían aprendido de ella. Esto ha despertado la sorna de varios que le escuchaban, como María Fernández, quien ha comentado que todo lo que habían aprendido era a evitarla.

Pía, a sus compañeros del servicio: "No bajen la guardia nunca"

"No me quedaría ni un segundo más en este nido de víboras", ha comentado Petra tras el desprecio. Antes de irse, ha dejado algo para que sus excompañeros reflexionasen: "Hoy soy yo la que se va, pero mañana puede ser cualquier de ustedes. Entonces se acordarán de la injusticia que se ha cometido conmigo", a lo que ha añadido: "No bajen la guardia nunca".

Candela, Simona, Lope y el resto de compañeros ha comentado cómo la mujer se ha ido con mala baba hasta el último minuto. Rómulo les ha pedido callar, y les ha hecho ver que no debían centrar todo su odio en la víctima, sino que debían darse cuenta de que trabajaban para la gran culpable de todo esto: la marquesa.

Rómulo ha pedido disculpas a Pía por haberse excedido en su discurso, pero el ama de llaves le ha reconocido que le había dado una idea: "Voy a hablar con la marquesa para que asuma sus responsabilidades". Rómulo no ha entendido muy bien lo que Pía se proponía, así que la mujer ha seguido: "Voy a chantajear a doña Cruz". Sin Petra a la vista, Pía ve desprotegida a su señora, pero, ¿se atreverá a culpabilizar directamente del robo de su bebé? ¿Tiene Pía todas las de perder en una guerra fría contra la marquesa?