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Don Fermín acaba con el sueño empresarial de Doña Carla en 'La Moderna'
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CAPÍTULO 55

Don Fermín acaba con el sueño empresarial de Doña Carla en 'La Moderna'

Don Fermín no accede al chantaje de Doña Carla y se niega a vender el salón. Mientras, los vecinos de la corrala protegen a Marta ante la presencia de su tío y Matilde e Íñigo deberán mantener su relación en secreto

Foto: Íñigo y Matilde vuelven a estar juntos en el capítulo 55 de 'La Moderna' (RTVE)
Íñigo y Matilde vuelven a estar juntos en el capítulo 55 de 'La Moderna' (RTVE)

​La normalidad vuelve al Salón de té La Moderna. Íñigo y Matilde pueden disfrutar de su amor a escondidas. En el capítulo anterior, la pareja de enamorados se han reencontrado y esta vez por fin el empresario se ha atrevido a contarle la verdad a la dependienta. Juntos han decidido fingir ante Doña Carla que por el momento no sospecha nada. Además, Marta ha intentado escaparse de casa de Antonia, arrastrada por el miedo y unas pesadillas sobre su tía que le mantienen en una tensión y preocupación constante.

Matilde e Íñigo regalan su actuación más brillante delante de Doña Carla y mantienen una discusión acalorada que la señora de Morcuende disfruta desde la distancia. Clarita demuestra sus habilidades para la escritura con un tierno poema. Los compañeros de clase de la pequeña de los Garcés se han disculpado, mientras Pablo sigue pensativo y preocupado por un trabajo que de momento no ha llegado. En la corrala, los hijos de Rosario le proponen que monte un taller de costura en su casa y deje el trabajo agotador de las escaleras. La familia ha decidido recaudar dinero para cumplir el sueño de su madre.

Doña Carla vuelve a citarse con Don Fermín. La villana firma un talón para la propuesta de compra del salón de té y ofrece una cantidad desorbitada que sorprende al propietario. La joven da por hecho que ha convencido al jefe de La Moderna. Sin embargo, la respuesta de Don Fermín no ha cambiado. El empresario se niega a vender el negocio por una cuestión sentimental y confiesa que es su última aventura empresarial. Por su parte, Doña Carla cree que con el dinero puede comprar todo, pero se equivoca.

Un nuevo fracaso de Doña Carla

Miguel ha quedado con Elías para ir a comprar un nuevo periquito, el que sea más parecido a Aquiles. La única opción que tiene el librero es dar el cambiazo a la encargada. Teresa por fin tendrá de vuelta a su animal. Por otro lado, Emilio se presenta en el Madrid Cabaret para pedir trabajo, pero no se atreve a dar el paso ante Íñigo. El joven mantiene una conversación con el empresario que, ahora, es el dueño del negocio. El señor Peñalver le propone volver a trabajar como camarero. Esta vez, el amigo de Luisa no va a decepcionar a su jefe.

Pietro pide ayuda a Esperanza para los nombres de los helados y le dará el reconocimiento que merece ante Don Fermín. La empleada de la limpieza pide a cambio unos nuevos zapatos. Trini se muestra sorprendida al ver al supuesto Aquiles metido en la jaula. Miguel también tiene la intención de engañar a su mujer. La dependienta se ha dado cuenta de que el periquito tiene la cola más corta y no es el pájaro de Teresa. El librero ha quedado en una hora con la encargada y su esposa le recomienda contarle la verdad.

Emilio vuelve a la corrala con una buena noticia. El joven ha encontrado trabajo y cuenta la feliz primicia a Luisa y Pablo. El dinero le vendrá bien para pagar el abogado de su hermano Raimundo. La ilustradora se alegra por su amigo que le deja las puertas abiertas a una reconciliación amorosa.

Miguel termina por contarle la verdad a Teresa. Su periquito se ha escapado, aunque es algo que ya intuía la encargada. El librero se disculpa y se ofrece a comprar otro pájaro para suplir la pérdida de Aquiles. Sin embargo, aparece una revelación sorprendente: el ave ha aparecido en casa de la encargada y parece que, de momento, no ha dicho palabra.

Manuel aparece en la corrala para invitar a Matilde a pasar la tarde en la zarzuela. Es uno de los últimos avances que intenta el estudiante bajo la presión de Doña Carla. Pero, el corazón de la dependienta está ocupado desde hace tiempo y eso no va a cambiar.

Inés y Laurita disfrutan de la noche madrileña en el Madrid Cabaret. La favorita de Gabriela ha aparcado los exámenes. La joven es toda una maestra del engaño, sin embargo, la dependienta no está muy convencida con el plan de su hermana. Mientras, Higinio aparece borracho en la corrala y esta vez no se trata de ninguna pesadilla de Marta.

El hombre quiere llevarse a su sobrina y amenaza con hacer daño a Antonia. En ese momento, salen los vecinos de la corrala con Pietro que se unen para defender a Marta. Juntos hacen piña para expulsarle de la corrala. La joven tiene una segunda familia que le quiere y no va a permitir que siga sufriendo.

Doña Carla anuncia a Aguirre que Don Fermín no quiere vender. La villana sabe jugar sus cartas, pero necesita que el empresario cambie de opinión. Aguirre se ofrece a persuadir al propietario para que venda La Moderna por la mitad de lo que vale. La última palabra la tiene la señora de Morcuende. La viuda de Don Jaime cree que el distinguido salón tiene los días contados y va a ser su nuevo triunfo.

Matilde se siente en casa de nuevo al abrazar a Íñigo y poder disfrutar de su amor. Pero, la pareja deberán verse en secreto. La dependienta aprovecha para compartir sus sospechas sobre Doña Carla. La joven cree que la señora de Morcuende tiene algo que ver con el asesinato de Don Jaime.

​La normalidad vuelve al Salón de té La Moderna. Íñigo y Matilde pueden disfrutar de su amor a escondidas. En el capítulo anterior, la pareja de enamorados se han reencontrado y esta vez por fin el empresario se ha atrevido a contarle la verdad a la dependienta. Juntos han decidido fingir ante Doña Carla que por el momento no sospecha nada. Además, Marta ha intentado escaparse de casa de Antonia, arrastrada por el miedo y unas pesadillas sobre su tía que le mantienen en una tensión y preocupación constante.

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