El pasado siempre vuelve: Laurita empieza a desconfiar de César en 'La Moderna'

• Avance del capítulo 142 de La Moderna del miércoles, 17 de abril
• Un amenazante Jacobo ya no tiene miedo de Carla en La Moderna: ¿quién ganará la guerra?

Marta hace de celestina con Antonia y Pietro en el episodio que este miércoles emite el Salón de té La Moderna a partir de las 16.30 horas. La joven quiere que surja el amor entre un dúo que le ha salvado de las peores situaciones. Además, Cañete tiene una nueva oportunidad con Teresa después de que la encargada haya despreciado la compañía de Mario.

En el capítulo anterior, Jacobo le ha reclamado a doña Carla la herencia de don Jaime y no parará hasta hacer caer a la villana en un abismo que ella misma ha provocado. Por su parte, Laurita no ha podido quitarse de la cabeza el mal trago que pasó con Galán en el Madrid Cabaret. Mientras, Matilde ha seguido sin fiarse de Carla, mientras que el inspector Medina ha decidido centrar sus sospechas en Jacobo.

Doña Bárbara necesita saber si Carla tiene novedades sobre Jacobo. Su hija le cuenta que se han visto y tras un nuevo encontronazo, le ha dejado las cosas claras. Sin embargo, sus palabras no parecen ser suficientes para el impostor. El joven ha dado una entrevista en un conocido periódico con esperanzas de formar parte de la Compañía Morcuende. Ese primer contacto con la élite empresarial puede hacerle mucho daño a la villana de La Moderna.

La inteligente estrategia de Jacobo

Fabio del Moral está extrañado al saber de la existencia del hijo de don Jaime de Morcuende por las páginas de un respetado diario. Carla le explica al político que ese joven es un mentiroso que solo quiere hacerse rico con sus embustes. Ninguna de las dos entiende cómo la prensa le ha podido dar crédito a sus palabras. El inspector Medina se presenta en la corrala para hablar con Matilde.

La dependienta no da demasiada importancia a las sospechas infundadas hacia Jacobo. Además, el investigador aprovecha para dar el pésame a la joven por el fallecimiento de Rosario. Mientras, Íñigo vuelve a recordar la amenaza que le hizo Aguirre antes de su boda con Matilde.

Teresa vuelve a preocuparse por Cañete en el salón de té. El empleado de La Moderna ha pasado una mala noche a causa de su caída. Don Fermín valora el compromiso laboral de su jefe de camareros. La encargada le invita a comer, algo que celebra en sus adentros su compañero. Mientras, Marta decide poner buena cara a las desgracias del pasado y hace oídos sordos a los comentarios de la gente. La joven piensa cómo puede compensar a Antonia y Pietro por su inestimable ayuda. "Habrá que darles un empujón", dice en voz alta, con ganas de emparejarles.

Miguel y Elías se ríen del accidente de Cañete. La mala pata de su compañero fue obra de Elías que provocó el patinazo del camarero en el Madrid Cabaret. Por su parte, Fabio del Moral convence con su honestidad al banquero Augusto Mosquera. "Es el político que este gobierno necesita", asegura la mano derecha del presidente.

Trini anuncia buenas nuevas en el salón de té: Teresa le ha dado calabazas a Mario. La encargada ha preferido almorzar con Cañete. Elías se sorprende al descubrir que el dependiente de la tienda de gramófonos además se ha prestado a ayudar al lisiado. Mientras, Pietro ha pensado que podrían organizar un plan con Marta como ir al teatro o acudir a la Casa de fieras de El Retiro.

Laurita se presenta en el Madrid Cabaret para darle las gracias a César por defenderle de Galán. El gerente condena la mala actitud del periodista. "Reaccionó de una forma muy contundente", asegura la empleada de La Moderna sobre su rápida actuación. La joven empieza a desconfiar de él, ya que parece que está demasiado habituado a ese tipo de peleas. La joven se interesa por su trabajo en Francia. Al otro lado del teléfono, se oye una respiración. ¿Quién está queriendo poner nervioso a Morel?

Finalmente, Fabio ha declinado la oferta de Augusto Mosquera. El ex diplomático no se fía de sus intenciones. El político invita a doña Bárbara a una fiesta de alta alcurnia en Capri, pero la madre de Carla la rechaza: no quiere ser "la comidilla" de la alta sociedad. Mientras, Laurita cree que César oculta algo sobre su pasado y se lo hace saber a Inés.

Laurita está convencida de que César no es un simple gerente de hostelería. Las hermanas Valbuena discuten, aunque tardan poco en pedirse perdón. Lo último que quiere Inés es que le deje en ridículo. Por su parte, Lázara vuelve a provocar un enfrentamiento entre sus compañeros del salón y aprovecha para cuestionar a Teresa. En la corrala, Giancarlo está apoyando las protestas contra los fascistas, lo que preocupa a Pietro, que piensa que su hijo no le escribe con la suficiente confianza.

De forma milagrosa, Mario ha arreglado el cuello de Cañete con un rápido movimiento. Mientras, Inés le pide perdón a César por la visita de Laurita. La joven está algo decepcionada y no por la profesora ni sus compañeros de la academia de canto. Según ella, no ha estado a la altura. El gerente le ayuda a confiar en su valía. Por su lado, Íñigo no sabe cómo tomarse la entrevista que ha dado Jacobo para el periódico. Matilde cree que puede ser un plan para ir en contra de doña Carla.

La mayor de la familia Garcés no sabe cómo Medina ha podido conocer detalles personales que implican a su madre. Su prometido no recuerda haberle dicho nada de eso, aunque tampoco lo descarta. En ese momento, Jacobo se presenta en casa del empresario y le pide unos minutos para hablar de algo importante. ¿Será escuchado?