Andrés da el "sí, quiero" en 'Sueños de libertad', pero no a la persona esperada

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Suenan campanas de boda en la serie Sueños de libertad, que Antena 3 emite entre semana a las 15:45 horas. María, la hija del capitán, ha dado sus primeros pasos al altar para contraer matrimonio con Andrés, en una ceremonia precedida por un universo de dudas, por parte de ambos novios. Una vez en el altar, el hermano pequeño de los De la Reina ha imaginado cómo sería su vida con otra persona.

En el episodio anterior de la ficción de época protagonizada por Natalia Sánchez, Alain Hernández y Dani Tatay, María encontró la carta que supuestamente escribió su padre a su novio, en la que le pedía que cuidase de su hija. La chica llegó a la conclusión de que Andrés se casaba por lealtad al capitán, y no por amor, y así se lo ha explicado a Gema en el episodio de este miércoles.

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A. Richart

"No quiero que se case conmigo si no está enamorado de mí", ha llegado a pronunciar la futura novia. Gema, a su lado, le ha dicho que estaba a punto de formar parte de una gran familia en la que su vida se volvería mucho mejor, y no podía tirar aquello por la borda. La sirvienta le ha comentado que Andrés aprendería a quererla, pero María le ha contestado que no quería que aprendiese, sino que lo sintiese. Por este motivo, Gema la ha animado a que saliese de dudas, y le preguntase directamente a su futuro marido.

Una triste despedida

Andrés se encontraba desayunando en el comedor, cuando Jesús se ha reunido con él para devolverle el dinero que empleó para pagar las mensualidades de la residencia de Eugenia. Andrés le ha recordado a su hermano aquella vez que el empresario se compró un descapotable de segunda mano, y él se ofreció a repararlo para pasar tiempo juntos. Sin embargo, Jesús prefirió llevarlo a un mecánico. "Ya sentía que me odiabas", ha concluido Andrés con su historia.

El ingeniero le ha dicho a su hermano que debería ser capaz de escuchar, y preguntarse por qué Begoña le había pedido ayuda a él, y no a su marido. "No vuelvas a interferir en mi matrimonio", ha amenazado Jesús antes de que la disputa se tensase todavía más.

Don Agustín ha pronunciado la clásica pregunta a Andrés de si quería desposar a María

Después, Andrés ha acudido al dispensario para hablar con Begoña. Le ha contado que Jesús le había devuelto el dinero, y le ha pedido disculpas por si se había sentido incómoda. "Jesús me ha pedido que no me acerque a ti", ha confesado Andrés, cuando Begoña ha deducido que aquello era una despedida. El chico ha pensado que su hermano no tenía derecho a pedirle aquello, pero en realidad, era lo mejor para los dos. "Llevamos tiempo haciéndolo, y con éxito", ha observado Begoña, sobre el distanciamiento entre ellos.

Antes de marcharse, Andrés le ha preguntado a Begoña si a veces pensaba en qué hubiera pasado, si se hubiesen conocido antes, dónde estarían y cómo serían las cosas entre ellos. "Es mejor no pensarlo", ha dictaminado ella.

Dudas en el altar

Unas horas antes de la boda, María ha encontrado a Andrés algo nervioso, y ella misma ha confesado que se encontraba algo asustada. "Entiendo que hayas tenido tus dudas y tus miedos", ha comenzado a discursar, con lo que ha proseguido: "algún día te demostraré que estar conmigo es lo mejor que te puede pasar". A Andrés le ha extrañado aquellas palabras, y le ha asegurado que estaba convencido del paso que iban a tomar.

Ya engalanados, Begoña ha encontrado a Andrés buscando un pisacorbatas, y la enfermera se ha ofrecido a ponérselo. Ambos han alabado lo guapos y elegantes que estaban. La chica ha comentado que en su boda no paró de llover. "Fue un día triste y gris, espero que tengáis más suerte que nosotros", ha reconocido sin pensar. Estando ambos muy cerca el uno del otro, Begoña ha pensado que María era la novia más afortunada del mundo. Y después ha recalculado sus palabras justificando que lo decía por el soleado día que hacía.

A la hora de dar el "sí, quiero", delante de todos los De la Reina y los Merino, don Agustín ha pronunciado la clásica pregunta a Andrés de si quería desposar a María. Pero la mente del chico viajaba lejos de allí, e imaginaba que, en realidad, se casaba con Begoña. El cura he repetido su pregunta, y Andrés ha salido de su ensoñación. María le miraba con cara de circunstancia, y el público comenzaba ya a cuchichear. ¿Se casará Andrés con María? ¿O se convertirá en un novio a la fuga?