El universo streaming es impredecible: mientras que ciertas producciones llegan arropadas por un marketing de impacto, otras emergen desde la sombra para reclamar los focos del éxito de manera sorpresiva. Es el caso de La Reina de las Lágrimas, la miniserie surcoreana que durante 9 semanas consecutivas ha conseguido mantenerse en el top 10 de las series más vistas en Netflix a nivel global.
La ficción, un drama romántico de diez episodios que ha cosechado un seguimiento masivo en su Corea del Sur, cuenta la historia de Hong Hae-in, heredera de una influyente familia empresarial, y Baek Hyun-woo, el hijo de una familia humilde de provincia, y su complejo matrimonio. Tras tres años de aparente idilio, una profunda crisis se cierne sobre la pareja, cuyas repercusiones no solo amenazan su relación, sino que también se proyectan en el grupo empresarial Queens.
El argumento nos adentra en un melodrama intenso, sazonado con intrigas corporativas y giros argumentales que han conseguido cautivar a una audiencia global. La serie, con capítulos de una duración cercana a la hora y media, ha logrado un gran seguimiento, figurando como uno de los contenidos más vistos en las listas proporcionadas por el servicio de streaming a través de su portal Tudum.
Una historia con ecos de la realidad
El paralelismo entre La Reina de las Lágrimas y el devenir sentimental de la heredera de Samsung, Lee Boo Jin, ha desatado especulaciones sobre la posible inspiración en hechos reales. La vida de Lee y su exmarido Im Woo Jae captó en su momento el interés mediático, ofreciendo un guion tan dramático como el que retrata la ficción de Netflix. Sin embargo, Park Ji-eun, la mente detrás de la miniserie que tiene a Kim Soo-hyun y Kim Ji-eun como protagonistas, no ha confirmado dichas conjeturas.
La Reina de las Lágrimas ha logrado situarse por encima de títulos de renombre en la plataforma, situándose solo por detrás de El caso Asunta y Heeramandi: El bazar de los diamantes, y se une a la tendencia del K-Drama en la conquista de audiencias fuera de sus fronteras naturales.
La Reina de las Lágrimas se presenta como una miniserie que, más allá de su posible espejo en la realidad, seduce por una narrativa apasionada y universal, capaz de mantener a los suscriptores de Netflix hechizados y expectantes ante cada nuevo giro. La producción surcoreana demuestra, una vez más, que las emociones fuertes no entienden de geografías y pueden ubicarse tanto en un lujoso despacho de Seúl como en cualquier otra latitud.
El universo streaming es impredecible: mientras que ciertas producciones llegan arropadas por un marketing de impacto, otras emergen desde la sombra para reclamar los focos del éxito de manera sorpresiva. Es el caso de La Reina de las Lágrimas, la miniserie surcoreana que durante 9 semanas consecutivas ha conseguido mantenerse en el top 10 de las series más vistas en Netflix a nivel global.
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