Así es la carta completa en la que el Rey del Cachopo reconoce el asesinato de Heidi Paz

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César Román es el hombre de las mil caras, cocinero español e infiltrado en sindicatos progresistas, suplantó la identidad de un youtuber venezolano tras el crimen de Heidi Paz, para no ser descubierto por la policía. Además, engañó a estudiantes de Periodismo a través de un falso máster en un medio fundado por él mismo llamado El Aguijón. Los becarios nunca cobraron por su trabajo y los que sí lo hicieron recibieron cheques sin fondos.

El conocido como El Rey del Cachopo cumple condena (15 años) en la prisión de Alcalá Meco por asesinar y descuartizar a su expareja Heidi Paz durante 2018. Netflix prende la mecha del true crime con una docuserie de tres únicos episodios que analiza el mediático caso de un hombre que vivía entre la realidad y la fantasía. Este año, César Román volvió a estar en el centro de la noticia.

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Desde la prisión, y solo un mes antes de que El Rey del Cachopo viera luz en Netflix, el condenado se lanzó a escribir una carta remitida a la Audiencia Provincial de Madrid y que también hizo llegar a los medios de comunicación, donde por primera vez reconoce el crimen y pide perdón a la familia de la víctima. El texto comienza con su arrepentimiento, un remordimiento que ha tardado en llegar, ya que en noviembre de 2018 fue detenido por la policía en Zaragoza, y no pudo esquivar su culpa.

¿Oportunismo o sentimiento de culpa?

Desde entonces, Román se mantuvo firme en su inocencia. Seis años después de entrar en prisión, César se declara culpable del asesinato de su expareja. "Quiero, en primer lugar, pedir humildemente perdón a la familia de Heidi, así como a toldos los demás perjudicados con mis deplorables acciones. Tras hacer una profunda e íntima reflexión, vengo a manifestar mi reconocimiento del delito cometido y por el que fui condenado, queriendo dejar patente mi total y sincero arrepentimiento del mismo".

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Su vida entre rejas le ha dado para pensar, y finalmente decantarse por la verdad. Román se ha mostrado servicial con la causa y se ha ofrecido a confesar su culpa en los juzgados. "Estoy dispuesto, si así lo considera la familia de Heidi, a hacer una declaración ante el juez y ante estos familiares para que puedan descansar de una vez y conocer todo lo ocurrido", continuó diciendo en la carta.

El escrito pone de manifiesto la profunda reflexión de Román, donde él mismo pretende humanizarse. Aunque, también puede verse como una hábil estrategia para que le concedan beneficios penitenciarios, los que normalmente suelen denegarse a este tipo de presos. El Rey del Cachopo se muestra empático con la familia de la víctima. "Quiero indicar mi deseo de dar por concluido el proceso y de no recurrir la sentencia impuesta ante instancias judiciales internacionales, pues deseo acabar con el sufrimiento que mis actos han causado", expresó.

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Como señaló el juez Vázquez Taín durante su intervención en el programa Vamos a ver (Telecinco), el encargado de dar la exclusiva, este tipo de cartas son muy habituales, pero no suelen ver la luz. Sin embargo, en esta ocasión, parece ser que interesaba que su perdón se hiciera público. No es de extrañar, ya que el condenado era una persona con mucho afán de protagonismo y se vanagloriaba de sus éxitos, muchos de ellos, en ocasiones, disfrazados de mentiras.

La carta parece responder a un interés muy claro, el de obtener el tercer grado penitenciario. Su perdón ha sido recibido con gran escepticismo por parte de la madre de la víctima, e incluso por parte de su abogada, que no le dio ningún valor. "Mi deseo más sincero es que la familia de Heidi Paz pueda alcanzar la paz que humana y cristianamente merecen y puedan cerrar definitivamente sus heridas", confesó en la misiva, donde intenta limpiar su conciencia y reconducir su vida.

Román define su confesión como "una reflexión profunda en la que ha tenido mucho que ver la interiorización y análisis de mis errores pasados, mis convicciones religiosas cristianas y la firme decisión de corregir mi vida", concluyó en una carta que parece ser una estrategia muy bien estudiada que responde a su narcisismo.