El actor que triunfó como villano en 'Juego de tronos' pero no tiene vocación y huye de las cámaras: "Me incomodaba ver mi cara en los carteles"

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Muchos actores habrían querido formar parte de la exitosa serie Juego de tronos, y se quedaron con las ganas. Por eso, el actor irlandés Jack Gleeson debería sentirse afortunado por haber sido un destacado villano del reino medieval creado por David Benioff y D.B. Weiss. El personaje que le lanzó al estrellato fue el del malvado benjamín Joffrey Baratheon. Sin embargo, tras alcanzar la gloria, se alejó de los focos de forma gradual porque la actuación no le daba la felicidad esperada.

El intérprete dio sus primeros pasos en la interpretación en Batman Begins (2005) y El brillo del arcoiris (2009). Lo que podría haber sido una prometedora carrera en la pequeña pantalla o el cine, se quedó en un vago recuerdo que no volvería a repetirse. El actor confesó en una conversación con el medio Irish Independent el aburrimiento que le suponía estar en el set, renegando así de su fama. "Estoy feliz de sacrificar un gran sueldo por mi felicidad, si no es algo demasiado cursi para decirlo. Probablemente, sea más ingenuo que maduro decir eso, tal vez, pero así es como me siento", expresó.

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Marina Velasco

En línea con la curiosidad que despiertan los niños, Gleeson empezó a formarse con sus hermanas mayores. Entonces era algo divertido para él, pero una vez se dio cuenta de las luces y tinieblas de la profesión, empezó a entender que no era el futuro que quería. La actuación fue su elección de entretenimiento porque era una de las pocas opciones que tenía el centro comunitario de su lugar de residencia. "Si hubiera tenido clases de karate en su lugar, podría ser un karateca, pero por alguna razón resulta que tenían clases de actuación, así que fui a ellas", explicó al medio irlandés.

De villano a profesor

A diferencia de sus compañeros de Juego de tronos, que exprimieron al máximo la experiencia y disfrutaron como una de sus grandes aperturas a la industria, Gleeson acudía al rodaje con muy pocas ganas, molesto por el ambiente de trabajo que allí se respiraba. Además, el actor que trabajó su personaje a partir de la interpretación del Joker de Joaquin Phoenix manifestó su rechazo al uso de los efectos visuales. "Cuando vas a un set, te das cuenta de que la realidad tan intensa que ves en la serie de televisión es producto de una enorme cantidad de edición, procesamientos y narración que no están presentes en el día del rodaje", admitió

El trabajo del actor era muy rutinario y mecánico para Gleeson que se sentiría más cómodo en una profesión lejos de los focos: "Vas a maquillarte, te pones el traje, esperas en tu remolque por una hora, luego vas al set, grabas tres minutos y luego cambian las luces y el ángulo de la cámara, esperas una hora, y luego grabas otros tres minutos. Es un proceso muy aburrido y tedioso", expresó con sinceridad ante Irish Independent.

Su personaje de Juego de tronos solo provocó rechazo en el público. Esa respuesta de los fans significaba que había hecho un buen trabajo. Sin embargo, la línea entre realidad y ficción es muy difusa, y Gleeson recibió incluso amenazas de muerte por dar vida a uno de los villanos de la exitosa serie de fantasía. "Me incomodaba ver mi cara en carteles o buses", aseguró mientras compartió su gran meta profesional: ser profesor de filosofía. Sin embargo, no descarta abandonar la actuación por completo, ya que le gustaría realizar algunas obras amateurs.