Cruz, a espaldas de la traición de Alonso y María Antonia en 'La Promesa': este personaje podría abrirle los ojos

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El personaje de María Antonia apenas lleva un par de semanas en La Promesa, y ya está dando que hablar. La invitada por Cruz en la serie que La 1 de Televisión Española emite a diario en torno a las 17:30 horas ha comenzado a sentir una cierta pulsión por el marqués de Luján, algo que resolvió dándole un beso en el episodio anterior. Pero en el capítulo de este miércoles, la noble podría dar un volantazo en esta posible infidelidad de Alonso.

El episodio del melodrama protagonizado por Ana Garcés, Arturo García Sancho y Eva Martín, entre otros intérpretes, ha comenzado justo donde terminó la entrega anterior: en ese apasionado y polémico beso entre el marqués y María Antonia. Ella se ha retirado, poniéndose las manos sobre el rostro: "No tendría que haber ocurrido", ha explicado la señora, achacándolo todo al alcohol que habían tomado, "ha sido un instante de debilidad, nada más".

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A. Richart

María Antonia le ha pedido a Alonso que lo olvidase, y en ese momento ha entrado Cruz, recién despertada por las pesadillas de la guerra en la que Manuel estaba inmerso. Por cuestión de segundos no ha pillado a su marido besando a su mejor amiga, quien ha acabado consolando a la aterrorizada marquesa.

Adriano y Catalina, tan cercanos como lejanos

A la mañana siguiente, Alonso ha informado a Cruz que estaban llevando a Pía a su entierro. La marquesa ha esperado que todo sucediese en estricta discreción, y Alonso le ha dicho que se han comprometido en obedecer sus normas sin rechistar. La matriarca ha aprovechado para contarle a su marido sus planes de enviarle a Manuel una fotografía familiar de sus más allegados, para levantarle el ánimo en la contienda.

Alonso ha dudado que Catalina quisiera salir de su encierro para posar en aquel regalo, y Cruz ha preguntado si tampoco sería capaz de hacerlo por su hermano. "Que deje de ser tan egoísta", ha suplicado la marquesa. Catalina ha recibido la visita de Adriano, quien le ha pedido disculpas por marcharse de malas maneras el día anterior. Ella también se ha disculpado por tratarle mal después de que le diesen la mala noticia del fallecimiento de Pía.

Catalina, a Adriano: "Me estás manipulando con una burda estrategia"

Adriano ha contado que el fallecimiento de su padre interrumpió los planes de boda que tenía con su novia, pues ya no podía centrarse en ella. El chico se volcó al cien por cien en el cuidado de las tierras, y ella se juntó con su hermano. "Al parecer llevaban enamorados mucho tiempo", ha relatado el campesino, explicando que se quedó solo y sin un duro cuando los amantes se fugaron con el dinero del padre.

"Lo único que me pedía el cuerpo era desaparecer", ha constatado el chico, pero ha proseguido diciendo que pudo levantarse del suelo, pues los problemas había que confrontarlos y no esconderse de ellos. "Para", le ha pedido Catalina, quien veía venir por dónde iba el joven: "Me estás manipulando con una burda estrategia". La hija de Alonso pensaba que Adriano le estaba intentando convencer de que saliese del hangar, y ha vuelto a echar al amigo de Tadeo de malas maneras.

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Tadeo ha sido el siguiente en visitar a Catalina, y le ha alertado a la chica de que no podía seguir con aquella actitud soberbia. "Estoy harta de que la gente me dé lecciones de vida", ha dejado claro la hermana de Manuel, a lo que el capataz le ha avisado de que se acabaría quedando todavía más sola si seguía apartando a la gente de su vida.

Los sentimientos de Ricardo

Por su parte, Santos ha manipulado a Vera para que le dijese a Ricardo que lo que había sucedido entre ellos no había sido más que un "calentón", alejado de cualquier signo violento. El mayordomo ha querido cerciorarse de que Vera no mentía cuando le ha contado todo aquello: "No hay nada que soporte menos que la violencia contra las mujeres", ha asegurado Pellicer.

Vera no ha confirmado que su novio le hubiera acosado, y Santos le ha reprochado a su padre que pensase tan mal sobre su propio hijo. A solas con él, Ricardo le ha reconocido que seguía afectado por la muerte de Pía, y el chico ha intentado restarle importancia al suceso, diciéndole que mujeres había muchas en el mundo, y ella traía regalo consigo: el hijo de otro hombre.

Ricardo ha reconocido a Santos que verdaderamente sentía algo por Pía

"Pía era única", ha protestado Ricardo, con el puño cerrado a punto de pegar a su hijo. El mayordomo le ha reconocido al lacayo que verdaderamente sentía algo por esa mujer, como también se lo ha reconocido, totalmente hundido, a Rómulo en su despacho. Pellicer ha roto en lágrimas mientras relataba que habían llegado a besarse antes del suicidio de la criada.

Primera sospecha sobre María Antonia

En la planta de arriba, Cruz y María Antonia comentaban el escándalo que podía causarse por el fallecimiento de Pía, cuando Lorenzo regresaba de montar a caballo. El capitán ha notado que la marquesa no tenía ganas de bromas, y le ha dicho que se le veía desmejorada desde la marcha de Manuel a la guerra. Cruz le ha contado que anoche tuvo que levantarse de las pesadillas que tenía, y que por suerte, Alonso y su amiga pudieron calmarla.

Lorenzo ha pensado que era algo sospechoso que el marqués y María Antonia estuviesen reunidos a tan altas horas de la noche. "Nos pusimos a hablar y se nos hizo tarde, sí", ha justificado la amiga de Cruz. "Es una suerte tener a una amiga tan solícita", ha comentado De la Mata, con cierto tono irónico que no ha pasado desapercibido para la invitada. ¿Descubrirá Lorenzo lo que ha habido entre Alonso y María Antonia? ¿Llegará a contar a Cruz sus sospechas?