Ian Somerhalder ya no quiere ser actor: su último proyecto fue una serie cancelada por Netflix

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La pandemia dictó sentencia sobre la carrera de Ian Somerhalder. Su última aparición en la pequeña pantalla fue en V Wars, una serie conjunta con Nikki Reed (Rosalie Hale en Crepúsculo) que parecía escrita para la pareja, ya que ambos habían salido de una historia sobre vampiros que había sido un éxito. Sin embargo, después de que el proyecto fuera cancelado por Netflix tras una única temporada, nunca más volvió a sonar el teléfono.

La serie Crónicas vampíricas (disponible en Max y Amazon Prime Video) fue su gran lanzamiento al estrellato que hoy sus fans siguen recordando con nostalgia. Un ejército de seres sobrenaturales vagaban por Mystic Falls, un pueblo ficticio de Virginia, en Estados Unidos. Su mujer Nikki Reed le acompañó en esta sangrienta aventura que se adentra en los orígenes de los hermanos Salvatore a través de un triángulo amoroso en el que también participaron Nina Dobrev y Paul Wesley.

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Marina Velasco

El pasado mes de otoño, Ian Somerhalder confesó que ante una situación tan desesperada, en la que nadie parecía valorar su aportación a la industria, decidió alejarse de los focos y centrarse en su familia. "Me alejé de la actuación hace poco más de cuatro años para criar a mis hijos, construir mis empresas y poner en marcha estas películas", explicó, refiriéndose a los documentales de activismo documental en los que participó como productor junto a otras estrellas de Hollywood.

Su nueva vida

De esta forma, el actor luchó contra el cambio climático en Besa la tierra: Agricultura regenerativa, una de sus primeras obras como productor. Somerhalder unió fuerzas con los directores Joshua y Rebecca Harrell Tickell para este proyecto, al que luego le seguiría Common Ground. La producción estadounidense, que da esperanzas a los jóvenes ante la posibilidad de recomponer un planeta roto, cuenta con el fichaje estelar de Jason Momoa, Donald Glover, Laura Dern y Woody Harrelson. Todos ellos ejercen como narradores del documental.

En uno de los encuentros con los medios con motivo de la promoción de estas películas, el intérprete confirmó que había dejado la actuación. Mientras pudo, Somerhalder disfrutó de la interpretación y ofreció su mejor versión. Sin embargo, ahora sus prioridades son otras. El actor vive junto a Reed en una granja a las afueras de Los Ángeles, en Estados Unidos, consciente de que el entorno natural es el mejor para criar a sus dos hijos. Su nueva labor como productor y otros negocios que tiene en mente le ayuda a conciliar mejor. "Me encantó lo que hacía durante mucho tiempo. Pero no echo nada de menos", ha explicado el actor de Smalville.