La serie cómica de Netflix que apunta alto a su top 5: tiene solo 4 episodios y a esta actriz de 'La casa del dragón' como protagonista

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​Antes de reinar en Poniente como Alicent Hightower, Emily Carey ayudaba a emparejar calcetines en los camerinos del West End londinense. Su abuela era encargada del vestuario de las funciones más suntuosas de la meca musical, que destaca por sus marquesinas de neón que anticipan que algo especial te espera en el interior.

Con tan solo diez años, fue descubierta como una promesa que en pocos años podría crecer y alcanzar nuevas alturas. Sus primeros proyectos fueron en las tablas del teatro. La joven protagonizó algunas producciones británicas como The Sound of Music y Shrek: The Musical.

En sus inicios, Carey se convirtió en princesa al dar vida a una jovencísima Diana en Wonder Woman (2017), la película de Patty Jenkins que exploró el pasado de la heroína de Galgadot que se entrenó con su tía Antiope (Robin Wright). El proyecto le abrió puertas para uno de los fenómenos más populares de la fantasía medieval.

Nacida para brillar

La actriz británica participó en la precuela de Juego de tronos. Entre dragones, espadas y peligrosas ruinas, asomó otro personaje basado en un conocido videojuego, el de Lara Croft en Tomb Raider, donde reflejó los primeros años de la arqueóloga a la que dio vida Alicia Vikander. Ahora, Netflix celebra su mayor cambio de registro. Emily se convierte en estrella de la moda en la serie Geek girl que apunta alto al top 5 de la plataforma.

La historia sigue a la adolescente neurodivergente Harriet Manners, que se embarca en un viaje de autodescubrimiento personal al ser descubierta como modelo. Las inseguridades de los jóvenes y la importancia del amor propio resuenan con fuerza en este proyecto donde aparecen Emmanuel Imani y Liam Woodrum. Su fascinación por ese nuevo mundo confronta con su compleja etapa en el instituto. Su curiosidad no parece interesar a sus compañeros de pupitre que le consideran una presencia algo incómoda. La ficción creada por Jessica Ruston se basa en el bestseller juvenil de Holly Smale que también ejerce como showrunner. Además, la serie puede devorarse en una tarde porque solo tiene 4 episodios.