Isidro podría hablarle a Digna antes de morir, y 'Sueños de libertad' ardería

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El crítico estado de salud del personaje de Isidro ha seguido poniendo nerviosos a los habitantes de la colonia De la Reina, en la serie Sueños de libertad. El chófer de la ficción de época que Antena 3 emite entre semana a las 15:45 horas, tuvo un infarto en anteriores episodios, y ahora el amigo de Damián se recupera en una de las habitaciones de su casa. Su estancia allí, sin embargo, no ha sido un retiro pacífico, exactamente.

El episodio de este viernes de la ficción de época protagonizada por Natalia Sánchez, Alain Hernández y Dani Tatay, ha comenzado cuando Luis le ha contado a su madre, a Joaquín y a Sara, la noticia de que Damián le había ascendido hasta el puesto directivo. El joven ha creído que era una fantástica oportunidad para que los Merino recuperasen su brillo en la empresa, y Joaquín ha deseado que Jesús no se estuviese guardando un as en la manga a modo de revancha.

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En la casa grande, Isidro ha despertado a Fina, quien se había quedado dormida a su lado. El conductor le ha recordado después a Digna la promesa que le hizo: que cuidaría de su hija cuando él no estuviese. El ama de llaves le ha respondido que no tenía que preocuparse por Fina, pues algún día conocería a "un buen mozo" y tendría su propia familia. Isidro, en cambio, ha dejado claro que Fina era muy especial, y le daba miedo que eso no pasase nunca.

En la tienda, Fina se ha encargado de atender a todas las clientas, con tal de no pensar en su padre. No obstante, una mujer iba buscando una fragancia de hombre, y la dependienta no ha podido soportar que el recuerdo le volviese de nuevo. "¿Qué voy a hacer si se muere mi padre?", le ha preguntado a Claudia, quien intentaba consolarla.

María, a Begoña: "Andrés no va a poder disfrutar de su paternidad si te tiene cerca"

Más tarde, don Agustín ha acudido a hacer una visita a Isidro. El enfermo se ha visto con fuerzas suficientes para levantarse, y le ha dicho al cura lo agradecido que estaba de que Digna y Damián le estuvieran cuidando. Pero el clérigo le ha puesto en alerta, y le ha dicho que nadie era tan buen como parecía, y mucho menos don Damián: "Lo va a tener difícil para entrar en el reino de los cielos". Isidro se ha indignado ante la osadía de Agustín, y le ha echado de la casa.

La advertencia de María

María, por su parte, le ha contado a Gema su "plan maestro", aunque la sirvienta ha visto grandes grietas por todas partes. La chica le ha contado ya a todos los De la Reina que estaba embarazada y, a solas, la esposa de Joaquín le ha confrontado con la realidad: hacía menos de quince días que había observado su ropa de cama manchada. María pretendía buscar ese bebé como fuese, aunque lo tenía muy complicado.

Andrés estaba cada vez más ausente, y la chica de Jaca le ha reprochado que siempre tuviese a Begoña en boca y en mente. "Nos quedamos para estar cerca de ella, es evidente", ha criticado María, sobre el abortado viaje a Olite. La hija del capitán Duque ha ido entonces a hablar con Begoña. Primero ha fingido que se interesaba por su estado de salud, y después se ha quitado la máscara, y le ha pedido que no se entrometiese entre Andrés y ella. "Andrés no va a poder disfrutar de su paternidad si te tiene cerca", ha hecho constar María, quien ha endurecido su discurso: "Basta de miradas, basta de confidencias: vas a tener que echarte a un lado y respetarme".

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María ha sugerido a Begoña que se centrase en complacer a Jesús, y lo ha pintado como si fuese otra víctima más de toda aquella situación. Begoña ha bajado la cabeza, mordiéndose la lengua por no contarle a María todo lo que Jesús le había hecho.

Una alianza deshonesta

En otro dormitorio de la casa, dormía Isidro cuando Damián ha entrado. Poco después ha llegado Digna, y el patriarca le ha confiado al ama de llaves que no estaba preparado para ver marchar a su amigo. Digna ha recordado que ambos se ayudaron mutuamente cuando sus parejas desaparecieron, y ha concluido que debían seguir fuertes, y unidos.

Damián le ha cogido de las manos a su cuñada, y ella ha comentado que, a pesar de sus diferencias, podía contar con ella para lo que necesitase. Esto último lo ha escuchado Isidro, ya despierto, que ha presenciado este acercamiento entre cuñados. ¿Está celoso? ¿Llegará a advertir Isidro a Digna de los turbios asuntos en los que anda metido Damián? ¿Contará todos sus secretos antes de morir?