Viaje al pasado por el Paso del Stelvio: la aventura de hacer 5.000 km en un SEAT 127

Una de las peores cosas que te puede pasar en un viaje de verano es quedarte tirado en medio de una carretera secundaria fuera de tu país. Un riesgo que todos trataríamos de evitar. Qué necesidad. Pero para algunos ese tipo de riesgos se convierte en aventura, más aún si los coches antiguos son tu gran afición. Por eso Óscar García ha decidido plantearse el curioso reto de llegar al Paso del Stelvio con su SEAT 127 de 1975. Un vehículo histórico presentado tres años antes en el Salón del Automóvil de Barcelona que en sus primeros 10 años de fabricación vendió más de un millón de unidades.

El reto es mayúsculo: hacer una ruta de 5.000 kilómetros en 6 días con un vehículo que lleva 46 años de carreteras a sus espaldas. "Se planteó como una apuesta, ¿Sería capaz de hacerlo, será capaz el 127 de llegar y volver? Es una paliza para un coche así, por lo que es indispensable ir conservando la mecánica durante el viaje", nos cuenta el propio Carlos, que nos explica que, además de haberle hecho una revisión profunda, contará con la ayuda de "algunos recambios y herramienta por si tenemos contratiempos" en esta exigente prueba.

Nuestro protagonista se plantea este reto como "una forma de honrar esos vehículos clásicos que fueron historia en España". No es un novato en la materia, puesto que se dedica habitualmente a organizar rutas turísticas por los lugares más emblemáticos de la capital a bordo de los míticos SEAT 600.

¿Y qué sabemos del propio viaje y de los lugares que va a visitar durante esos 6 días? Lo primero es que el itinerario también va a ser todo un regreso a otra época. Saldrán de Vallecas (Madrid) este viernes e irán siguiendo su ruta con la única ayuda de un mapa en papel, sin navegadores ni otras tecnologías modernas: "Tenemos una idea de los kilómetros que haremos al día y de los objetivos de cada jornada, pero claro, que lleguemos a una hora prudente o de madrugada dependerá de que no tengamos averías. Predominarán las carreras comarcales y conduciremos como se hacía antes, adaptándonos al clima e intentando evitar el calor". Por si alguien, con un coche histórico o moderno, quiere hacer un buen 'road trip' en sus próximas vacaciones, aquí van algunos de los puntos más interesantes por los que discurrirá su aventura:

Turín

La cuarta ciudad de Italia por dimensión nunca aparece en los primeros puestos de las listas sobre 'qué visitar en Italia', pero solamente es porque tiene mucha competencia. A una hora y media en tren de Milán, por donde Óscar también pasará con su 127, Turín cuenta con muchos puntos de interés para visitar si decidimos dedicarle un día o dos. La zona céntrica por excelencia se encuentra en la Piazza Castello en donde, además de un buen paseo, no nos podemos perder la catedral de la ciudad y el Palazzo Reale. Es muy recomendable también pasar por la Basílica de la Superga, donde se pueden apreciar unas estupendas vistas de la localidad. Y si te queda tiempo, no dudes en visitar el museo egipcio, el museo del cine, además de disfrutar de su buen chocolate y sus ricos helados.

Paso del Stelvio

La principal protagonista de este viaje es una de las carreteras de montaña más impresionantes del planeta. Fue construida por el Imperio Austrohúngaro en 1820 para conectar Austria con Milán, pero desde 1919 es una ruta alpina exclusivamente italiana. Es el segundo paso de montaña más importante de los Alpes y en sus 48 curvas podremos disfrutar de una experiencia de conducción sin igual, aunque, si te atreves, también puedes intentar subirlo en bicicleta, ya que esta calzada ha formado parte en muchas ocasiones del Giro de Italia.

Bormio

La localidad de Bormio es el punto de partida (o el punto final) del famoso Paso del Stelvio. Es muy turística y ofrece actividades propias de una zona montañosa tanto en verano como en invierno: varios balnearios por la zona, buenas pistas de esquí y restaurantes con gastronomía local de calidad. Ideal para hacer una parada.

Col de l'Iseran

El veterano SEAT de Óscar también se va a atrever en su ruta con el primer puerto de montaña de los Alpes por altitud, que culmina a más de 2700 metros. Se encuentra en la zona de Saboya, muy cerca de la frontera italiana y ha estado presente en varias ediciones del Tour de Francia. Las vistas son sensacionales a ambos lados del valle y no muy lejos de la cima puedes visitar la recomendable localidad de Bonneval-sur-Arc.

Museo de Alfa Romeo en Arese

En un viaje para amantes del motor no podía faltar un buen museo del automóvil. En Arese encontramos el de Alfa Romeo. La mítica marca de coches italiana cuenta en esta localidad próxima a Milán con 4.800 metros cuadrados repartidos en 6 plantas en los que conservan y exponen al público el legado de la marca.

Dentro de unos días sabremos si Óscar ha conseguido su objetivo, si llegó puntual o de madrugada a los alojamientos que ha reservado y sí su pequeño SEAT 127 puede sumar a cuentakilómetros los 5.000 de una ruta inolvidable por algunas de las carreteras más espectaculares del sur de Europa.