5 rincones castellanomanchegos para descubrir esta Semana Santa (más allá de las procesiones)

Se acerca uno de los periodos vacacionales más esperados por los españoles. La Semana Santa encierra, sin duda, una serie de características que la convierten en un importante reclamo turístico, nacional e internacional. El clima ya ha suavizado las frías temperaturas del invierno, es un breve descanso entre la Navidad y las vacaciones de verano, su oferta cultural es diferente…

Los destinos nacionales se perfilan como favoritos y Castilla-La Mancha es uno de ellos. Cuenta con tres semanas santas declaradas de Interés Turístico Internacional (Cuenca, Toledo y Hellín) y cuatro de Interés Turístico Nacional (Albacete, Ciudad Real, Ocaña y Tobarra).

Sin embargo, no solo las procesiones y tamborradas son el principal atractivo en estas fechas. Cada vez más, el turismo de naturaleza y rural gana la partida en la selección de destino, de hecho, según el informe anual del Observatorio de Turismo Rural, el número de turistas en este sector creció hasta el 40,9% en 2021, frente al 36% de 2020.

En este sentido, la comunidad castellanomanchega, ofrece múltiples parajes que harán las delicias de los amantes de la naturaleza esta Semana Santa (y cualquier época del año) y estos son algunos de ellos.

Sierras del Segura y Alcaraz (Albacete)

Aunque Castilla-La Mancha forme parte de una de las dos grandes mesetas de la península, cuenta con interesantes elevaciones de gran relevancia paisajística. Es el caso de las Sierras del Segura y Alcaraz, al sur de la provincia de Albacete y anunciando las Cordilleras Béticas.

Su terreno de mediana altura y valles escarpados será el plan perfecto para los amantes de las rutas en la naturaleza. Entre sus muchos atractivos hay un punto que el visitante no debería perderse: el Parque Natural de los Calares del río Mundo y de la Sima. Un espacio protegido con inesperados paisajes como la Cueva de los chorros.

Por supuesto, el entorno se rodea de bonitas localidades como Alcaraz, con sus curiosas ‘Torres gemelas’; Riópar, una antigua villa medieval que aún conserva vestigios de su castillo y dónde es posible visitar las Reales Fábricas de Bronce, o Ayna, un pequeño pueblo construido sobre una ladera que ofrece unas bonitas vistas.

El Mirador del Tío Cogote (Cuenca)

Desde el Mirador del Tío Cogote podrás observar la Serranía de Cuenca, un paraje al margen del río Júcar con inmensos paisajes y con unos recursos naturales de incalculable valor. Si, además, se recorre de noche, la experiencia es doble. La zona alberga el Parque Astronómico de la Serranía Conquense, ideal para los aficionados al astroturismo; un espacio certificado por la Fundación Starlight, que acredita que sus cielos tienen las condiciones que se consideran óptimas para la observación de las estrellas.

Aprovechando la visita, es muy recomendable acercarse a los Callejones de las Majadas, una zona casi laberíntica en la que diferentes caminos se abren paso entre las grietas y las formaciones rocosas de particulares y originales formas.

Más al norte de la serranía se encuentra el nacimiento del río Júcar, en una zona conocida como los Ojos de Valdeminguete y muy próximo también el del río Cuervo, que ofrecen interesantes rutas para los senderistas.

En el entorno, se puede descansar en las localidades de Uña o Valdemeca, que es una de las tres localidades en que se encuentran los Paisajes Ilustrados de la Serranía de Cuenca, junto a Cañete y Huerta del Marquesado.

La Hoz de Carboneros (Toledo)

Se trata de uno de los paisajes de los Montes de Toledo, que en general suele ser poco conocido por los visitantes, pero que ofrece interesantes rutas de senderismo en plena naturaleza, muy próxima a la localidad de Navahermosa.

La visita puede continuar en los Montes de Toledo, en otros puntos de gran interés turístico como, por ejemplo, el Castillo de Montalbán, construido por los Templarios; los Molinos de Consuegra, declarados Bien de Interés General o las localidades de origen romano de San Pablo de los Montes y Mazarambroz.

Parque Nacional de Cabañeros (Ciudad Real)

Se encuentra localizado dentro del entorno de los Montes de Toledo, pero su interés natural es tan extenso que merece un punto aparte en cualquier ruta turística por la comunidad castellanomanchega.

Cuenta con una extensión de 40.000 hectáreas que alberga diferentes ecosistemas naturales de gran importancia biológica (está enfocado en la preservación del Bosque Mediterráneo), que logran que haya sido declarado Parque Nacional. Es también hogar y cobijo de importantes especies como el buitre negro, el lince ibérico o los ciervos.

Precisamente, estos últimos son uno de los grandes atractivos del parque, puesto que en los meses de septiembre y octubre se da el llamativo fenómeno de la Berrea, aunque esta época primaveral es especialmente propicia para ver a las hembras y a sus crías. Sin duda, una excusa perfecta para recorrer los distintos senderos y rutas que ofrece el parque y vivir unos días en un entorno natural único.

Pueblos de la arquitectura negra (Guadalajara)

Cualquier persona con ganas de viajar encajará en esta propuesta en la provincia de Guadalajara. La ruta por los pueblos de la arquitectura negra permite disfrutar de un entorno rural que se adapta a los más deportistas, interesados en las rutas, en los amantes del turismo rural y la tranquilidad o en los que prefieren disfrutar de la buena gastronomía.

Se le denomina arquitectura negra porque se trata de una serie de pequeñas y encantadoras localidades cuyas construcciones están realizadas en pizarra y madera de roble que le dan ese tono característico y diferenciador.

Algunos de los puntos más interesantes son: Cogolludo, que cuenta con el bonito Palacio Ducal; Majaelrayo, famoso también por sus aguas curativas, o Valverde de los Arroyos, que además de contar con este tipo de arquitectura tiene una cascada natural en el entorno, las chorreras de Despeñalagua.