Descubre el fascinante pueblo fantasma de Turquía que está lleno de castillos Disney

En la provincia de Bolu, entre Estambul y Ankara, se encuentra Burj Al Babas, un pueblo turco conocido por su enorme colección de castillos en miniatura con estética de cuento de hadas, como los que salen en las películas de Disney. Lo peculiar del lugar es que esas edificaciones están abandonadas ya que el proyecto inicial nunca llegó a materializarse.

Sarot Group, la empresa constructora, quería construir 700 residencias de lujo frente a los frondosos bosques de la zona y junto a la ciudad de Mudurnu, muy famosa por sus termas romanas. Cada castillo debía costar entre 400.000 y 500.000€. Cada palacete iba a tener un jacuzzi en cada planta, suelo radiante, jardín con piscina propia y todos los servicios inimaginables. La idea incluía edificar también en la zona un centro comercial, restaurantes, baños turcos y un campo de golf.

Sin embargo, lo que iba a ser un ambicioso proyecto de lo más opulento y extravagante acabó siendo un solitario y melancólico pueblo deshabitado. En 2014 empezaron a construir los castillos de estilo gótico, pero antes de finalizarlos tuvieron que declararse en bancarrota. Ya tenían 587 castillos en pie y 300 reservas hechas.

Aire tétrico pero fascinante

Las críticas de los habitantes de la zona no se hicieron esperar, ya que no entendían que se desarrollase un proyecto sin coherencia estética con el entorno. Esto, junto a la falta de sostenibilidad de esta obra faraónica y la crisis económica de Turquía hicieron el resto y la empresa se endeudó hasta los 27 millones de euros. Después llegó la pandemia y con ella se enterró toda idea de retomar la construcción. Los castillos quedaron abandonados definitivamente.

TE PUEDE INTERESAR

Alaçatı: el paraíso terrenal de Turquía que resurge de sus cenizas

ACyV

La estampa es, cuanto menos, discordante con el entorno y la zona, pero, a la vez, es fascinante deambular por sus calles desiertas y repletas de castillos casi idénticos, inhabitables y a medio terminar. Aunque bien podría parecer una imagen de casi cualquier película de Disney con sus pomposos castillos de época, lo cierto es que la imagen real se da un aire más tétrico y bucólico, como una ciudad arrasada tras una guerra.

La estampa es discordante con el entorno y la zona, pero, a la vez, es fascinante y cautivadora

No obstante, cuando nieva el paisaje cambia por completo y se hace mucho más agradable, cubriendo los tejados de pizarra por un manto blanco, dando una idílica imagen de cuento de hadas como se había proyectado al principio. Quizás algún día esta población pueda cobrar vida, aunque no parece que eso vaya a suceder en un futuro próximo.