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Qué hacer en Andalucía esta Semana Santa (más allá de las procesiones)
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Qué hacer en Andalucía esta Semana Santa (más allá de las procesiones)

Durante estos días, además de disfrutar de 'La Pasión' andaluza, la región es un paraíso natural donde el mar y la montaña conviven con un vasto legado cultural con siglos de historia y una gastronomía particular

Foto: Arcos de la Frontera, en Cádiz. (Foto: iStock)
Arcos de la Frontera, en Cádiz. (Foto: iStock)

Si uno piensa en Semana Santa, seguramente las procesiones andaluzas sean de las primeras imágenes que le vengan a la cabeza. Cada una de las ocho provincias tiene su particular forma de celebrar la Pasión, aunque todas ellas comparten el fervor propio de estas fechas: desde la multitudinaria Madrugá de Sevilla, El Cautivo de Málaga o el Santo Encierro del Viernes Santo en Huelva; pasando por la salida de El Abuelo desde el Camarín de Jesús en Jaén; el paso del Cristo de los Gitanos en las colinas del Sacromonte de Granada o recorrer las calles de Córdoba entre los silencios que contrastan con las saetas y campanillas del capataz; hasta sentir la pasión y entrega de los cofrades y hermandades de Cádiz, así como los encuentros de las hermandades de Almería.

No obstante, si quieres disfrutar de estos días de vacaciones, más allá de las citas religiosas, Andalucía es una región que ofrece multitud de planes, ya sean culturales, gastronómicos o más ligados al deporte y la naturaleza. Esta guía te ayudará a elegir el que más se adapte a tus gustos.

Un paseo por la historia

Andalucía presumen de tener ocho patrimonios mundiales por la Unesco, además de otros bienes de interés cultural. Y es que el transcurso del tiempo y las diferentes civilizaciones que han pasado por la región la convierten en un libro abierto de historia. La Alhambra de Granada, la Mezquita de Córdoba o la Giralda de Sevilla son monumentos reconocidos en todo el mundo, pero también merece la pena visitar las ciudades jiennenses de Baeza y Úbeda, ambos cascos históricos considerados conjuntos monumentales renacentistas. Emplazadas entre sierras, entre los ríos Guadalquivir y Guadalmar y rodeadas de olivos, pasear por sus calles es como sumergirse en un libro: vestigios de la Edad de Bronce, el pasado hispano-musulmán, la ciudad medieval-cristiana y las reformas renacentistas.

En Baeza destaca la arquitectura civil y religiosa, como la Catedral y la Plaza de Santa María, con los edificios universitarios, el antiguo Seminario y el antiguo Colegio de los Jesuitas. También la fachada plateresca del ayuntamiento, que en el siglo XVI era una cárcel, y la plaza del Pópulo de los Leones, donde se sitúa el convento de San Francisco. Úbeda, en cambio, es una ciudad más palaciega, con ejemplos como los palacios del Deán Ortega, del Marqués de Mancera o de Vázquez de Molina, actual sede del ayuntamiento. Aunque también encontramos otras obras civiles, como la Plaza Vázquez de Molina y su entorno; o religiosas, como la Sacra Capilla del Salvador y la iglesia de Santa María de los Reales Alcázares.

placeholder Basílica de Santa María de los Reales Alcázares en Úbeda. (Foto: iStock)
Basílica de Santa María de los Reales Alcázares en Úbeda. (Foto: iStock)

Otra localidad andaluza con encanto cultural es Arcos de la Frontera, inicio de la Ruta de los Pueblos Blancos de Cádiz. Emplazada en lo alto de una colina, en una hoz del río Guadalete, en la campiña jerezana y la Serranía de Cádiz, sus calles estrechas y empinadas, su muralla y alcázar muestran la influencia musulmana, que convive con palacios, iglesias y casas señoriales, como la Plaza del Cabildo, la Basílica de Santa María de la Asunción, el castillo Ducal o el Palacio del Mayorazgo.

Este recorrido cultural puedes completarlo con la bella Ronda en Málaga, considerada una de las ciudades más antiguas de España y situada en lo alto de un desfiladero; o Moguer en Huelva, Bien de Interés Cultural de los Lugares Colombinos, al jugar un papel importante en el primer viaje de Colón; donde creció el premio Nobel Juan Ramón Jiménez; además de encontrarse dentro del término municipal del Parque Nacional de Doñana.

Mar, montaña y mucho golf

Si eres un amante de la naturaleza, la región es un paraíso. A sus 800 kilómetros de costa, bañada por el Mediterráneo y el Atlántico, se unen sus extensos humedales -las Marismas del Guadalquivir tienen una extensión de 2.000 km-. Pero también hay importantes zonas de montaña como Sierra Nevada, con una veintena de cumbres que superan los 3.000 metros; bosques mediterráneos como el del Parque Natural Sierra de Cazorla, Segura y las Villas; o desiertos volcánicos como el Parque Natural de Cabo de Gata en Almería. Todos ellos podrás recorrerlos en bici, a pie, con senderos y trekkings para todos los niveles, e, incluso, en algunos casos, a caballo.

placeholder Campo de golf en Málaga. (Foto: iStock)
Campo de golf en Málaga. (Foto: iStock)

Para los deportistas, y en especial para los aficionados al golf, Andalucía es una región donde practicar este deporte todo el año. Cada una de sus ocho provincias, aunque Málaga y Cádiz son las que más tienen, disponen de campos de golf de nueve y 18 hoyos, adaptados a la orografía de cada zona: el Real Club de Valderrama o la Reserva Club Sotogrande en Cádiz; Finca Cortesín Golf Club o Real Club de Golf Las Brisas en Málaga; el Real Club Sevilla Golf o Isla Canela Old Course en Huelva y Desert Springs Resort & Golf Club en Almería son algunos de los más visitados.

Del atún al vino: rutas gastronómicas

Otro de los reclamos de la comunidad andaluza es su gastronomía. En sus platos también podemos encontrar vestigios de civilizaciones pasadas no solo en la manera de cocinar, sino también en la presencia de determinados productos. Gazpacho, pescaíto frito o jamón son algunos de los más populares pero la realidad es que la cocina andaluza va más allá: guisos, cazuelas, estofados y pescados, usando aceite de oliva virgen extra y regados con vino de la tierra. Los paladares más dulces también disfrutarán con los postres conventuales (mantecados, roscos de anís, perrunillas o mazapanes) y cómo no, con los dulces típicos de Semana Santa, como las torrijas y los pestiños.

placeholder Foto: iStock.
Foto: iStock.

Si eres de los que gusta hacer turismo gastronómico, en Andalucía, hay rutas para todos los gustos: desde la Ruta del Atún de Almadraba en la Costa de Cádiz; la Ruta del Jabugo en Huelva o la Ruta del Arroz de Sevilla; hasta las rutas del vino, entre las que destacan la de la Serranía de Ronda; la de Montilla-Moriles en Córdoba o la de Mostos y Tabancos en la campiña de Jerez de la Frontera.

*Contenido ofrecido con la colaboración de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte.

Si uno piensa en Semana Santa, seguramente las procesiones andaluzas sean de las primeras imágenes que le vengan a la cabeza. Cada una de las ocho provincias tiene su particular forma de celebrar la Pasión, aunque todas ellas comparten el fervor propio de estas fechas: desde la multitudinaria Madrugá de Sevilla, El Cautivo de Málaga o el Santo Encierro del Viernes Santo en Huelva; pasando por la salida de El Abuelo desde el Camarín de Jesús en Jaén; el paso del Cristo de los Gitanos en las colinas del Sacromonte de Granada o recorrer las calles de Córdoba entre los silencios que contrastan con las saetas y campanillas del capataz; hasta sentir la pasión y entrega de los cofrades y hermandades de Cádiz, así como los encuentros de las hermandades de Almería.

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