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De la isla de Vieques al bosque tropical del Yunque: los enclaves que no puedes perderte si viajas a Puerto Rico
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DESTINOS PARADISÍACOS

De la isla de Vieques al bosque tropical del Yunque: los enclaves que no puedes perderte si viajas a Puerto Rico

La temporada estival cada vez está más próxima y, con ella, la planificación de las vacaciones. Te proponemos un destino que te cautivará por el espíritu vibrante de su gente, la belleza de sus playas y la calidez de sus calles

Foto: Bosque Nacional de Yunque. (Foto: cortesía).
Bosque Nacional de Yunque. (Foto: cortesía).

Puerto Rico es uno de esos destinos que invitan a perderse y experimentar, a desconectar de la vorágine de la rutina diaria para conectar con el momento presente. No en vano los puertorriqueños se denominan boricua, un término cuyo significado va más allá de un gentilicio, haciendo referencia a toda una cultura y forma de vida singular. Quien lo visita puede notarlo en el sabor de sus comidas, en el ritmo de su música y el ambiente de sus celebraciones.

Su entorno también lo transmite y ofrece, además, un mundo de posibilidades tanto para aquellos que buscan deleitarse del descanso en playas paradisíacas o adentrarse en las aventuras que ofrece la naturaleza, como para los que prefieren zambullirse en la historia y la cultura de la Isla (o, por qué no, una combinación de todo ello). Si estás planteándote elegir a esta ‘perla’ del Caribe como destino para tus vacaciones este año, te proponemos un recorrido por algunos de sus lugares más destacados.

San Juan

Comenzamos el recorrido por la capital y ciudad histórica de Puerto Rico. Su casco antiguo alberga maravillas desde la era colonial hasta la Segunda Guerra Mundial, como el Castillo de San Felipe del Morro, que es una de las fortificaciones más emblemáticas de la ciudad con vistas al mar Caribe.

placeholder San Juan de Puerto Rico. (Foto: cortesía).
San Juan de Puerto Rico. (Foto: cortesía).

El Viejo San Juan, caracterizado por sus edificios coloniales con fachadas de colores, está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Paseando por sus calles adoquinadas encontrarás la Plaza de Armas, tiendas artesanales y galerías de arte. Te recomendamos visitar el Museo de las Américas, que cuenta con cuatro colecciones permanentes que giran en torno a artes populares, arqueología, antropología y artes plásticas.

Isla de Vieques

Esta pequeña isla ubicada al noreste de Puerto Rico es perfecta para relajarse, tomar el sol, descansar y disfrutar de su naturaleza. Se puede llegar a ella en barco desde el puerto de Fajardo o en avioneta, también desde San Juan.

placeholder Isla de Vieques. (Foto: cortesía).
Isla de Vieques. (Foto: cortesía).

Uno de sus principales atractivos es su bahía bioluminiscente, una maravilla natural que no debes perderte durante tu viaje a Puerto Rico. Durante la noche, su ecosistema formado por organismos marinos microscópicos producen un resplandor al ser estimulados por el movimiento del agua. Observar este espectáculo o, incluso, darte un baño nocturno se convertirá en una experiencia única. De hecho, solo hay cinco bahías luminiscentes en todo el mundo y Puerto Rico acoge tres de ellas, la de Vieques, la de Fajardo y la de Lajas.

En ellas es frecuente encontrarse aficionados al buceo, ya que la profundidad y tranquilidad de sus aguas proporcionan las condiciones idóneas para explorar sus fondos marinos y arrecifes.

Isla Culebra

Si quieres disfrutar de playas de arena blanca, esta isla es para ti. A ella también se puede llegar en una hora en barco desde Fajardo o bien en avioneta desde San Juan. Una de sus playas más conocidas es playa Flamenco, considerada durante años como una de las más hermosas del mundo por sus aguas cristalinas y la exuberante vegetación que la rodea.

placeholder Playa Flamenco en Isla Culebra. (Foto: cortesía).
Playa Flamenco en Isla Culebra. (Foto: cortesía).

Su nombre se debe a que muy cerca de ella hay una laguna a la que suelen acudir los flamencos. Un verdadero paraíso tropical en el que merece la pena pasar al menos un día.

Bosque Nacional El Yunque

De vuelta de las islas, a unos veinte minutos en coche de Fajardo, se encuentra el único bosque tropical lluvioso dentro del sistema de Parques Nacionales de los Estados Unidos. Un paraíso puertorriqueño repleto de senderos, piscinas naturales y cascadas en el que conviven diversos reptiles, aves e insectos, así como más de 200 especies de árboles.

placeholder Bosque Nacional de Yunque. (Foto: cortesía).
Bosque Nacional de Yunque. (Foto: cortesía).

Allí podrás llevar a cabo alguna ruta organizada para descubrir algunos de sus lugares más espectaculares como la cascada La Coca, de 26 metros de altura, diferentes lagunas en las que podrás bañarte, o la Sierra de Luquillo, cuyas paredes están cubiertas por una frondosa vegetación.

Toro Verde

Los amantes de la aventura en la naturaleza encontrarán su lugar ideal en Toro Verde, en Orocovis, a poco más de una hora desde San Juan. Se trata de un sorprendente parque de aventuras escondido entre las montañas con diversas tirolinas y puentes colgantes que ofrecen unas vistas espectaculares (además de un buen subidón de adrenalina). Tanto es así, que está considerada como la tirolina más grande de las Américas.

Cañón de San Cristóbal

Continuamos explorando la naturaleza de Puerto Rico, esta vez en uno de los accidentes geográficos más destacados, el cañón de San Cristóbal. Se trata de un área biodiversa y protegida con impresionantes vistas del cañón y las cascadas, una de las cuales alcanza los 60 metros de altura. Allí es posible realizar una ruta guiada para descubrir con más detalle su rico hábitat, conformado por más de 600 especies de flora y más de 140 de fauna, entre las que destacan las aves y los reptiles.

placeholder Cañón de San Cristóbal. (Foto: cortesía).
Cañón de San Cristóbal. (Foto: cortesía).

Ponce

Tras varias paradas en la naturaleza, volvemos a la ciudad, pero esta vez en la costa meridional, donde se encuentra la conocida ‘Perla del Sur’. Al igual que en San Juan, en su casco antiguo se pueden apreciar reliquias históricas de la época colonial. Algunas de las visitas obligadas son la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe, el edificio de la Alcaldía o el Teatro La Perla. También destaca el parque de las Bombas, un museo dedicado a la importancia de los profesionales en la extinción de incendios.

Isla Caja de Muertos

Desde Ponce es posible visitar en barco esta pequeña isla deshabitada que forma parte de la Reserva Natural de Caja de Muertos. En ella se encuentra la playa Pelícano, de arena blanca, aguas turquesas y transitada por estas aves, donde podrás relajarte y disfrutar. Pero también podrás optar por planes más activos como el kayak o el senderismo.

Cabo Rojo y Lajas

Finalizamos el recorrido al suroeste de la isla, en una de las zonas costeras más espectaculares de Puerto Rico con diversas playas no solo para bañarse, sino también para realizar surf, buceo o kayak. También podrás encontrar rincones únicos como el llamado puente de Piedra, al que se llega a través de una ruta que comienza en el Faro de los Morrillos. En esta área se encuentra el pueblo de La Parguera, conocido por su deliciosa gastronomía, sus cayos y desde el cual se pueden realizar diferentes excursiones, como la visita a la bahía bioluminiscente de Lajas.

placeholder Puente de Piedra en Cabo Rojo. (Foto: cortesía).
Puente de Piedra en Cabo Rojo. (Foto: cortesía).

Si quieres conocer todos estos lugares y exprimir la experiencia al máximo, nuestra recomendación es que planifiques tu viaje teniendo en cuenta el tiempo que vas a estar allí y tus preferencias. Al tratarse de un territorio de los Estados Unidos, para viajar desde España necesitarás un pasaporte vigente, así como la solicitud ESTA. Desde Nautalia Viajes pueden ayudarte a organizar tu itinerario desde 1.796 euros, nueve días y siete noches con coche de alquiler incluido. Puedes informarte en su web o en cualquiera de sus 200 oficinas.

Puerto Rico es uno de esos destinos que invitan a perderse y experimentar, a desconectar de la vorágine de la rutina diaria para conectar con el momento presente. No en vano los puertorriqueños se denominan boricua, un término cuyo significado va más allá de un gentilicio, haciendo referencia a toda una cultura y forma de vida singular. Quien lo visita puede notarlo en el sabor de sus comidas, en el ritmo de su música y el ambiente de sus celebraciones.

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