Ni Macarella ni Turqueta: las calas más desconocidas de Menorca

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Menorca, conocida por sus playas de ensueño y aguas cristalinas, alberga algunas de las calas más escondidas y menos conocidas que, según un reportaje de National Geographic, son auténticos tesoros ocultos. Estas calas, alejadas del bullicio turístico, ofrecen paisajes naturales vírgenes y una experiencia única para los amantes de la tranquilidad y la naturaleza.

Una de las joyas menos conocidas es Cala Pilar, situada en la costa norte de la isla. Esta cala de arena dorada y gruesa es conocida por su excelente estado de conservación. El acceso no es fácil: se requiere una caminata de aproximadamente media hora por un sendero que atraviesa bosques de acebuches y encinas, y finalmente un tramo pedregoso que desciende hacia la playa. La recompensa es un paisaje impresionante y una playa casi desierta, ideal para aquellos que buscan paz y un entorno natural sin servicios ni socorristas.

En contraste, Cala Morell destaca no solo por su belleza, sino también por su historia. Esta pequeña cala de cantos rodados cuenta con un embarcadero y unas plataformas de cemento que facilitan el acceso al agua. Es un lugar perfecto para el buceo y la natación, gracias a sus aguas claras y las numerosas grutas marinas que se pueden explorar. Además, en las cercanías se encuentra una necrópolis con cuevas excavadas hace miles de años, accesible desde la carretera que baja a la playa.

En el extremo norte de la isla se encuentra la Playa de Cavalleria, cerca del icónico faro del mismo nombre. Esta playa, rodeada de acantilados y dunas, es conocida por sus aguas cristalinas y su biodiversidad marina, ideal para el esnórquel. El acceso se realiza a través de un sendero que culmina en una escalera de madera, ofreciendo vistas panorámicas del arenal con forma de corazón y su entorno rojizo y verde.

Otra cala que merece una visita es Cala Pregonda, famosa por su arena rojiza y su paisaje de ensueño. El acceso es más complicado, requiriendo una caminata desde la playa de Binimellà, pero la vista desde la Punta de Cala Pregonda compensa el esfuerzo. Esta cala ha sido inmortalizada en la portada del disco Incantations de Mike Oldfield, y es un lugar perfecto para disfrutar de un baño tranquilo gracias a los islotes que protegen la cala.

Finalmente, las playas de La Vall, también conocidas como playas de Algaiarens, ofrecen un entorno natural único gracias a su declaración como Área Natural de Especial Interés. Estas dos playas de arena blanca y aguas transparentes, separadas por un promontorio, son ideales para familias con niños pequeños debido a su poca profundidad. Aunque carecen de servicios, cuentan con socorristas y la posibilidad de alquilar canoas para explorar la zona.