El espectacular pueblo valenciano más conocido como el 'Santorini español'

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Las poblaciones de la costa mediterránea de España esconden verdaderos parajes de película, que evocan el encanto de ciudades italianas y griegas. Desde pintorescos pueblos pesqueros hasta imponentes acantilados y aguas cristalinas, estos destinos ofrecen una mezcla única de belleza natural, rica historia y una vibrante cultura mediterránea, convirtiéndolos en lugares ideales para los viajeros que buscan experiencias inolvidables.

Prueba de ello es Altea, un atractivo pueblo en la provincia de Alicante que ha sido apodado como el ‘Santorini español’ debido a su encanto mediterráneo y sus espectaculares vistas al mar. Ubicado en la Comunidad Valenciana, este destino destaca por su arquitectura blanca, calles empedradas y una atmósfera que evoca la famosa isla griega.

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Sara Castellanos

Altea es un ejemplo perfecto de la belleza mediterránea. Sus casas encaladas adornadas con flores, junto con su ubicación en la costa, ofrecen una experiencia visual similar a las islas Cícladas. La iglesia de Nuestra Señora del Consuelo, con su distintiva cúpula azul, se erige como un símbolo del pueblo y ofrece una vista panorámica que abarca toda la bahía de Altea.

Cultura, ocio y belleza

El encanto de Altea no se limita a su estética. El pueblo es también un centro cultural y artístico, hogar de numerosas galerías, talleres y tiendas de artesanía. Los visitantes pueden pasear por sus calles estrechas y descubrir una rica oferta de arte local, desde pinturas hasta cerámicas únicas. Además, Altea alberga festivales y eventos culturales a lo largo del año, que reflejan la vibrante vida comunitaria y la tradición de la región.

Gastronomía y proximidad

La oferta gastronómica de Altea es otro de sus grandes atractivos. Los restaurantes del pueblo sirven platos típicos de la cocina valenciana, destacando el uso de ingredientes frescos y locales. Los mariscos y pescados frescos son protagonistas en los menús, junto con las famosas paellas y arroces de la región. Los visitantes pueden disfrutar de una comida deliciosa mientras contemplan el mar Mediterráneo desde las terrazas de los restaurantes.

El turismo en Altea se ha visto favorecido por su proximidad a otros destinos populares de la Costa Blanca, como Benidorm y Calpe, lo que permite a los viajeros explorar diferentes localidades en poco tiempo. Sin embargo, Altea mantiene su propia identidad y encanto, ofreciendo un refugio tranquilo y pintoresco para aquellos que buscan una experiencia más relajada.

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El reconocimiento de Altea como el Santorini español no solo se debe a su belleza natural y arquitectónica, sino también a la hospitalidad de sus habitantes y la calidad de vida que ofrece. Este pueblo valenciano es un testimonio del atractivo perdurable de la cultura mediterránea y un destino que merece ser descubierto.