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Ni La Palma ni El Hierro: la isla canaria esculpida por los volcanes donde perderte unos días
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Perfecta para una buena desconexión

Ni La Palma ni El Hierro: la isla canaria esculpida por los volcanes donde perderte unos días

Un destino que invita a desconectar de lo superfluo y a centrarse en lo esencial, donde cada rincón revela una obra de arte natural esperando ser descubierta

Foto: La playa de Papagayo. (Turismo de Lanzarote)
La playa de Papagayo. (Turismo de Lanzarote)

Desde la primera vista aérea, la singularidad de Lanzarote se hace evidente. Con sus montañas volcánicas de tonos ocres, la isla ofrece un paisaje fascinante que se extiende hasta el mar. Las casas blancas, cuidadosamente dispuestas y rodeadas de muros oscuros que protegen del viento, crean un contraste que revela la identidad única de esta tierra esculpida por volcanes.

Lanzarote, reconocida por su impresionante paisaje volcánico y su enfoque pionero en la conservación ambiental, destaca entre sus vecinas canarias. Mientras que islas como Tenerife y Gran Canaria presentan densas poblaciones y variadas geografías, Lanzarote ofrece una simplicidad serena y un terreno lleno de belleza natural.

placeholder Montañas del Fuego en el Parque Nacional de Timanfaya. (Turismo de Lanzarote)
Montañas del Fuego en el Parque Nacional de Timanfaya. (Turismo de Lanzarote)

El papel de César Manrique, un artista local que regresó de Nueva York en 1966 para dedicarse a su tierra natal, ha sido crucial en la configuración de la estética lanzaroteña. Manrique promovió una visión arquitectónica que armoniza con el entorno natural, preservando la belleza intrínseca de la isla. Su casa, construida en burbujas volcánicas, y obras como el Mirador del Río y los Jameos del Agua, son ejemplos de esta integración.

placeholder Los Jameos del Agua, de César Manrique.  (Turismo de Lanzarote)
Los Jameos del Agua, de César Manrique. (Turismo de Lanzarote)

La historia de Lanzarote también está marcada por la resiliencia de sus primeros habitantes, los majos, quienes supieron adaptarse a un terreno volcánico desafiante. La agricultura tradicional, visible en los campos de viñas de La Geria, donde las plantas crecen en hoyos cónicos cubiertos de grava volcánica para conservar la humedad, es un testimonio de ingenio y adaptación.

La isla es un paraíso para los amantes de la naturaleza y la serenidad. El Parque Nacional de Timanfaya, con su espectacular paisaje de volcanes y rocas recién formadas, ofrece una experiencia única. Los visitantes pueden recorrer la zona en autobuses especializados o unirse a caminatas guiadas para explorar de cerca este terreno volcánico único.

placeholder La playa de Caletón Blanco. (Turismo de Lanzarote)
La playa de Caletón Blanco. (Turismo de Lanzarote)

El litoral de Lanzarote no se queda atrás en belleza y diversidad. Desde las tranquilas calas del Caletón Blanco hasta las playas de Famara, ideales para el surf, y la famosa playa de Papagayo en Playa Blanca, la costa ofrece múltiples oportunidades para disfrutar del sol y el mar en un entorno natural incomparable. Las piscinas naturales de Punta Mujeres y los Charcones son perfectas para un baño relajante lejos de las multitudes.

Más allá de su paisaje natural, Lanzarote también tiene mucho que ofrecer en términos culturales e históricos. Arrecife, la capital, con sus castillos históricos y museos, y Teguise, con sus calles empedradas y animados mercados, proporcionan una visión profunda de la rica historia y cultura de la isla. Las cuevas volcánicas como la Cueva de los Verdes y las obras artísticas en los Jameos del Agua añaden una dimensión única a la exploración de la isla.

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