El mejor regalo de Navidad: vuelve a casa sin avisar y sorprende a su madre

“Vuelve a casa, vuelve, por Navidad”. Este es, quizá, uno de los estribillos publicitarios más repetidos a final de año. Las cenas con amigos que hace tiempo que no veíamos son habituales y los encuentros familiares se suceden con más frecuencia que en otros meses del calendario. Además, los últimos días del almanaque suelen emplearse para hacer cosas que no se han podido llevar a cabo el resto del año, bien por falta de tiempo o por cualquier otra razón.

Quizá esta tendencia es la que impulsó a John McAleenan a hacer honor al famoso spot publicitario de turrón y volver a casa por Navidad. Después de haber pasado un año viviendo en Estados Unidos, este joven de Rostrevor (Irlanda) quiso sorprender a su madre apareciendo en el domicilio familiar sin haberle avisado de su llegada. El vídeo del momento ha sido publicado por él mismo en su cuenta de Facebook –"probablemente, una de las mejores cosas que he hecho en mi vida", escribe–, donde puede verse cómo el protagonista aguarda sentado a la mujer.

Mientras espera, el perro de la familia intenta jugar con John una y otra vez, consciente de que hacía tiempo que el joven no acudía por casa deseando acaparar la mayor parte de su atención. Sin embargo, el foco de interés cambia cuando la madre aparece a las puertas del salón. Ataviada con una bata verde, se queda mirando al chico que está sentado en su sofá. Uno, dos, tres segundos pasan hasta que la mujer consigue cambiar su gesto de absoluta sorpresa, se lleva las manos a la cara y comienza a llorar.

“¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío!”, consigue decir mientras su hijo se levanta y va hacia ella. Ambos se funden en un tierno abrazo que parece no terminarse nunca. En un momento dado, la sorprendida torna su llanto en risa nerviosa e intenta decir algo: la emoción es tanta que no consigue articular palabra. La sonrisa no se borra de su rostro ni cuando John –que había tenido como cómplice a su hermano– le indica que toda la escena ha sido grabada por una cámara. Sin duda, la visita del joven ha sido el mejor regalo que Papá Noel les ha podido hacer.