La foto más hiriente en un vuelo: pone sus pies descalzos en la cabeza de otro pasajero

Viajar en avión es cada vez menos agradable: los controles en los aeropuertos son tan exhaustivos que hay que llegar con horas de antelación, al mismo tiempo que los espacios para meter las piernas se reducen hasta el mínimo para poder introducir más filas de asientos. Y si hablamos de compañías low cost, los problemas se disparan.

Sin embargo, hay ocasiones en las que son los propios pasajeros quienes provocan que el vuelo no sea realmente agradable para el resto de viajeros. Acciones poco educadas como echar el asiento para atrás, poner la música en alto o descalzarse provocan las quejas del resto de personas que tienen que compartir espacio durante varias horas.

Pero lo que le ha pasado a una pasajera durante su vuelo no lo habíamos visto nunca. Lo ha denunciado a través de su cuenta de Reddit, acompañando al mensaje de una foto en la que se puede ver cómo la persona que va detrás de ella se ha quitado los zapatos y los calcetines, colocando sus pies desnudos sobre su cabeza.

Indignación por la imagen

La fotografía ha dado la vuelta al mundo ya al desagradable gesto de descalzarse y colocar los pies desnudos sobre el asiento de otro viajero se le une el hecho de que ambas extremidades están particularmente sucias. Por eso, las reacciones no han tardado en llegar y son muchas las personas que dan múltiples opciones.

El hombre se descalzó, se quitó los calcetines y colocó sus sucios pies en el respaldo del asiento delantero, sobre la cabeza de otra pasajera

La mayoría responden que hay que llamar urgentemente a algún miembro de la tripulación para que ponga fin a esa práctica, que es lo que hizo esta pasajera. Aunque hay otros más contundentes que creen que lo mejor sería utilizar la fuerza para quitar los pies de ese lugar o bien estornudar de manera agresiva sobre la persona que se había descalzado para devolverle la jugada.

La red está llena de fotos de personas que deciden quitarse los zapatos y los calcetines en pleno vuelo, escondiendo sus pies descalzos desde debajo de sus asientos hasta en los lugares más insospechados como los apoyabrazos de los pasajeros que van sentados delante. En todos los casos, una falta de educación que no se debe tolerar.