Las hipotecas de EEUU se mantienen igual que hace un año, a pesar de las subidas de tipos de los últimos meses

Toda una paradoja que las publicaciones especializadas califican con términos como “enigma” o “misterio”. Desde mediados del año pasado, la Reserva Federal ha subido sus tipos de interés del 1 al 2,75% actual, un 175% más. Un movimiento que, entre otras cosas, ha colocado el precio del dinero en EEUU por encima de la Eurozona.

Sin embargo, los tipos hipotecarios no sólo no suben sino que vuelven a estar en la misma cota que hace 12 meses. Algo parecido ocurre con la deuda pública estadounidense, que no eleva sus rentabilidades con la misma fuerza que el tipo oficial. Todo ello, de momento, está permitiendo a los compradores de casas que el recibo de la hipoteca no les suba.

Mientras, Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal, ha lanzado serias advertencias sobre el tamaño de la cartera hipotecaria global de EEUU, “que pone en serio riesgo a nuestra economía”. En un escenario truculento, el encarecimiento masivo de las hipotecas podría provocar impagos, embargos masivos, y que las agencias estatales se encontraran con bienes muy depreciados, con los que le sería complicado afrontar el vencimiento de sus bonos. Estas entidades están avaladas por el Tesoro, que debería afrontar, con toda su crudeza, el crash inmobiliario. Pero esto, por el momento, sólo son previsiones muy agoreras.

De acuerdo con información de la agencia hipotecaria Freddie Mac que recoge CNN, el tipo medio de las hipotecas a 30 años bajó la semana pasada del 6% y comenzó abril en el 5,93%. Hace un año, ese tipo era del 5,79%, es decir, pese a una subida de 175 puntos básicos del precio del dinero, la referencia hipotecaria sigue prácticamente igual.

A un plazo más corto, tampoco hay grandes cambios. El tipo a 15 años está en el 5,58%, desde el 5,12% de hace 12 meses. ¿La explicación? En EEUU afirman que, mientras no se tenga constancia de que hay creación de empleo neta, y por tanto, reaparezcan los riesgos inflacionistas, no cundirá el temor. Así las cosas, 2005 terminará con sus tipos hipotecarios en la misma cota que hace tres años, conforme los cálculos de los expertos.

Esta teoría la corroboran la deuda pública americana, cuya rentabilidad bajó desde finales de marzo en algo más de 20 puntos básicos, hasta colocarse también en la misma zona que hace 12 meses. La ortodoxia económica dice que, si suben los tipos de interés, el rendimiento de los bonos debería hacerlo en la misma medida, algo que no se está cumpliendo por el momento. Por su lado, en la Eurozona llevan dos años sin tocar los tipos. Ayer mismo, expertos de Citigroup comentaban que no ven repuntes en el precio del dinero hasta finales de 2005 en el Viejo Continente, retrasando sus previsiones, que contemplaban repuntes a mediados del ejercicio.

La semana pasada, Greenspan y John Snow, secretario del Tesoro, alertaron ante el Comité Bancario del Senado del riesgo del crecimiento de las hipotecas. Sin embargo, el viernes, el propio presidente de la Fed dijo en una conferencia, en la que no hizo previsiones sobre tipos de interés, que la expansión del crédito ha sido una de las grandes ayudas que ha tenido la economía estadounidense.

La posesión de casas “está en máximos históricos”, comentó, añadiendo que “en los últimos cinco años, el número de hipotecas concedidas a familias con bajos o medianos ingresos ha crecido rápidamente”. De esta manera, Greenspan hizo un llamamiento a la prudencia tanto a las compañías de servicios financieros como a los usuarios, sobre todo para que estos últimos adquieran la educación necesaria antes de contratar determinados préstamos. Eso sí, el tono era más optimista que el de días precedentes.