El banco malo augura una travesía en el desierto para la vivienda en Valencia, Andalucía y C-LM

El banco malo (Sareb) espera que el mercado inmobiliario español empiece a recuperarse a partir de 2017. La travesía en el desierto de algunas regiones será más larga, hay demasiada oferta y las condiciones ‘macro’ son malas, no hay liquidez y no se espera un volumen relevante de operaciones. Por provincias, destaca la mala situación de Castellón y de Toledo y, por comunidades, de Valencia, Andalucía y Catilla-La Mancha, según el plan de negocio de la Sareb al que ha tenido acceso El Confidencial.

“Harán falta muchos años para vender todo el stock de vivienda” en las regiones con menor liquidez, señala en el borrador de su plan de negocio la sociedad de gestión de activos. En su plan de reducción de activos, Sareb señala que se centrará, en un primer momento, “en las regiones con mayor liquidez”, es decir, que pondrá su esfuerzo en vender viviendas y suelo en los sitios donde es más probable que vaya a encontrar comprador. Esto significa que para las zonas con mayor stock y peores condiciones económicas las dificultades van a continuar y el mercado va a seguir paralizado.

Sareb estará en marcha, según anunció este jueves el Ministro Luis de Guindos, antes del 1 de diciembre. El responsable de Economía insistió en que este banco malo no va a costar dinero a los contribuyentes, aunque admitió que puede “tener pérdidas en un primer momento”. La sociedad puesta en marcha por el Gobierno pretende dar salida al stock inmobiliario, pero muchos expertos han reclamado que, en realidad, no contribuirá a que haya el ajuste que debería en los precios.

En el borrador se subraya que “el exceso de oferta residencial es el principal impedimento para que se recupere el mercado inmobiliario”. Y reducir este exceso llevará hasta cinco años. Los datos sobre el stock de vivienda son desiguales: según el Ministerio de Fomento ronda las 700.000 unidades, mientras que firmas como Acuña lo sitúa por encima del millón. En cualquier caso, la distribución es desigual y donde más casas sobran es en la región mediterránea. 

Entre la Comunidad Valenciana, Andalucía y Castilla-La Mancha se encuentran más de la mitad de las 800.000 unidades residenciales que había al cierre de 2011, de acuerdo con los datos que maneja el banco malo. En concreto, la Comunidad Valenciana acapara el 23% del total. Estas tres regiones seguirán siendo mercados inmobiliarios sin ninguna liquidez durante algún tiempo.

Por el contrario, Vizcaya, Cantabria, Madrid y Álava son las provincias mejor posicionadas para una recuperación inmobiliaria. Esto es asó porque tienen el menor nivel de stock per capita, las tasas de desempleo más bajas y la ratio vivienda nueva/ transacciones inmobiliarias más reducida. Además, tienen una base importante de población que puede absorber las viviendas.

Vender todas las viviendas que asumirá el banco malo, que roza las 90.000, llevará algo más de cinco años, según el borrador. En el caso de Castellón el plazo se amplía hasta los quince años y medio y en el de Toledo, 14 años. En cambio, en Badajoz, Sareb conseguirá deshacerse de los activos inmobiliarios de las entidades nacionalizadas menos de un año.